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19 de octubre de 2010

Dadme albriçias, hijos d' Eva!

  
 El Cancionero de Uppsala (o Upsala en la ortografía sueca anterior a 1906), también conocido como Cancionero del Duque de Calabria o Cancionero de Venecia, es un libro que contiene villancicos españoles de la época renacentista.

El nombre real con el que el libro fue impreso es: "Villancicos de diversos autores, a dos, y a tres, y a quatro, y a cinco bozes, agora nuevamente corregidos. Ay mas ocho tonos de Canto llano, y ocho tonos de Canto de Organo para que puedam aprovechar los que a cantar començaren."

Fue recopilado en la corte de Fernando de Aragón, Duque de Calabria, en Valencia, y publicado en 1556, en Venecia, por Jerónimo Scotto, uno de los impresores mas conocidos de su época.

El único ejemplar conocido de la edición fue encontrado hacia 1907, por el musicólogo y diplomático Rafael Mitjana, en Carolina Rediviva, biblioteca de la Universidad de Uppsala, en Suecia. Dos años después, en 1909, Mitjana publicó un estudio sobre el libro titulado "Cincuenta y cuatro canciones españolas del siglo XVI", donde comenta y transcribe el texto de las piezas. Mitjana atribuyó el origen de las obras a compositores españoles, como Juan del Enzina, Cristóbal de Morales, Francisco de Peñalosa, etc. que residieron en Italia durante la primera mitad del siglo XVI. Sin embargo, es a partir de la publicación del trabajo de Romeu Figueras, "Matheo Flecha el Viejo, la corte literario-musical del duque de Calabria y el Cancionero llamado de Upsala", cuando se relaciona el cancionero con la corte del Duque de Calabria.

El cancionero es de pequeño tamaño (209 x 147 mm) y, a diferencia de la costumbre de la época, no tiene dedicatoria ni prólogo, lo que hace difícil conocer las circunstancias en las que se realizó la recopilación.

El libro contiene 70 obras en total con:

54 villancicos a 2, 3, 4 y 5 voces. Según los temas tratados, podríamos agruparlos en: amorosos, navideños, populares y pastoriles.
16 piezas a 1 y 2 voces: 8 tonos de canto llano y 8 de canto de órgano. En los dos casos, las obras están ordenadas del primer al octavo tono. Como indica el título de la obra, tienen una finalidad docente.
El índice del cancionero ordena las obras en seis grupos:

Villancicos a dos voces
Villancicos a tres voces
Villancicos a cuatro voces
Villancicos de navidad, a tres voces (En realidad, corresponden a villancicos a 4 voces)
Villancicos de navidad, a tres voces
Villancicos a cinco voces (Aquí vienen incluidos los ejemplos de canto llano y los de canto de órgano.

La mayor parte de las piezas son anónimas. El libro solo indica que el villancico Dezilde al cavallero fue compuesto por Nicolas Gombert. Sin embargo, se ha podido determinar la autoría de varias de ellas debido a que aparecen en otras fuentes, en particular, en libros de vihuela (Orphénica Lyra de Miguel de Fuenllana, Los seys libros del Delphin de Luis de Narváez y el Libro de música de vihuela de Diego Pisador). También es posible aventurar la autoría de otras obras, basándose en los análisis de las piezas.

Algunas obras están relacionadas con el Cancionero de Gandía, también de origen valenciano. Por ejemplo, algunos villancicos profanos del Cancionero de Uppsala como Soleta so jo ací y Falalalanlera aparecen también en el Cancionero de Gandía, pero con el texto cambiado "a lo divino", convertidos en villancicos de Navidad: Soleta y verge estich y Falalalanlera de la guardarriera.

Todas las obras son en castellano, salvo las piezas 23, 24, 35 y 45 que son en catalán, la 39 que incluye una parte en latín y la 54 que es en gallego.

Dadme Albricias es una de las obras que pertenece a este cancionero Sólo haremos notar que en éste villancico se cumple una de las características comunes a muchas de las obras del mismo, a saber, la aparición de secciones para una sola voz al principio del estribillo o en las coplas o en ambos sitios, de forma que se puede establecer una clara distinción entre ambas secciones.
Destacaremos igualmente que tanto la música como el texto tienden en esta y otras obras del Cancionero a una sencillez muy emparentada con lo popular, característica que podemos ver igualmente en el estilo de los villancicos del Cancionero de Palacio y en las obras de Juan del Enzina.





Dadme albriçias, hijos d' Eva!
— ¿Dí de qué dártelas han?.
Qu' es nasçido el nuevo Adán.
— ¡Oh hi de Dios, y qué nueva!

Dádmelas y haved plazer,
pues esta noche es nasçido,
El Mexías prometido,
Dios y hombre, de mujer.
Y su nasçer nos releva
del pecado y de su afán,
qu' es nasçido el nuevo Adán.
— ¡Oh hi de Dios, y qué nueva!

Dadme albriçias, hijos d' Eva!
— ¿Dí de qué dártelas han?.
Qu' es nasçido el nuevo Adán.
— ¡Oh hi de Dios, y qué nueva!

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