Villancico
Texto:
Ay, negrito de cucurumbé
y si caina la sá mia fe
qui vai buscan a me
y si cansarte
ma sí que cansame,
que preso hartame
de si pan qui dame
qui tras pañoli
de Santo Tomé.
Curumbé, curumbé, curumbé...
Si día piensas
si día bebes
mientes sangre de Dios es
que por eso tanto puedes
que vuelves hombre al revés
cuando comas como debes.
Curumbé, curumbé, curumbé...
Gaspar Fernandes (1566-1629) fue un organista, maestro de capilla y compositor portugués activo en las catedrales de Guatemala y Puebla.
La mayoría de los investigadores han llegado a aceptar que el Gaspar Fernandes, que aparece en 1590 como cantor en la catedral de Évora en Portugal, es el mismo Gaspar Fernandes que fue nombrado organista de la catedral de Guatemala el 16 de julio de 1599. Sus atribuciones aquí eran las de acompañar al coro en la misa y el oficio divino, y mantener afinados los órganos. Pero sin duda la acción de más trascendencia para la posteridad fue el hecho de que en 1602
Gaspar Fernandes compiló algunos de los libros de coro polifónico que
han llegado hasta nuestros días, reflejando así el uso de la música
polifónica en la liturgia católica de la catedral.
En 1603 el amigo de Fernandes, Pedro Bermúdez, dejó la catedral de Santiago de Guatemala para aceptar la invitación del cabildo eclesiástico de Puebla de los Ángeles de desempeñarse como su maestro de capilla. Gaspar Fernandes se convirtió en sucesor de Bermúdez en Guatemala, siendo el primero en desempeñarse como maestro y organista
al mismo tiempo. Sin embargo, al morir Bermúdez en 1605, el cabildo
poblano logró interesar a Fernandes, quien dejó Guatemala y nuevamente
asumió la sucesión de aquel. Aquí permaneció por el resto de su vida,
falleciendo en 1629. Los sucedió en el puesto de maestro de capilla el malagueño Juan Gutiérrez de Padilla.
Durante la compilación de los libros de canto de órgano en Guatemala, Fernandes compuso un Magníficat del quinto tono que hacía falta para completar los de los otros siete tonos o modos eclesiásticos. Además, proveyó los ocho Benedicamus Domino que faltaban, uno para cada uno de los tonos. También compuso unos fabordones sin texto, y un himno de vísperas para la fiesta de los Ángeles Guardianes. Su producción en Puebla difiere radicalmente de la de Guatemala, ya que en esta nueva etapa se enfocó exclusivamente en la composición de villancicos
vernáculos para maitines, en idiomas vernáculos. En el Archivo Musical
de la Catedral de Oaxaca se encontró la colección íntegra del Cancionero Musical de Gaspar Fernandes con más de 300 canticos religiosos populares, en su mayoría escritos en español y Náhuatl.
Me ha encantado!. La 1ª vez que escuché la combinación o relación de la música de Iberia y Sudamérica, fue de la Mano de Jordi Savall...Me gustan mucho los ritmos andinos, mexicanos y en relación a lamúsica de este tipo. Gracias!
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