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2 de octubre de 2011

O quam suavis est, Domine



Alonso Lobo (ca. 1555 - 1617)
The Tallis Scholars


O quam suavis est, Domine, spiritus tuus,
qui ut dulcedinem tuam in filios demonstrares
pane suavissimo de caelo praestito,
esurientes reples bonis,
fastidiosos divites dimittens inanes.

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Oh, qué agradable es, Señor, tu Espíritu,
que para mostrar a tus hijos tu dulzura,
con un pan suavísimo recibido del cielo,
colmas de bienes a los hambrientos,
mientras que a los ricos altaneros los despides vacíos.

Partitura

El renombre de Tomás Luis de Victoria (1548-1611) y la extraordinaria calidad de su música, ha ensombrecido a grandes figuras de la polifonía española del esplendoroso siglo XVI. Un siglo que se iniciaba con maestros de la talla de Anchieta y Peñalosa, seguía con Morales y Guerrero, para culminar con Victoria, Ambrosio Cotes o Alonso Lobo.

Este último es, sin duda, una de los más grandes y aunque no se implicó en las novedades aportadas por la naciente homofonía o la policoralidad del barroco, su arte supo asimilar las nuevas propuestas expresivas, siempre con un dominio de la trama vocal equiparable al de los mejores polifonistas de su época.

Alonso Lobo de Borja (1555-1617) era natural de Osuna (Sevilla). Siendo niño se trasladó a la capital andaluza, donde mantuvo una relación como discípulo, con Francisco Guerrero (1528-1599). El año 1591 alcanzó el magisterio de capilla de la catedral sevillana, compartido con el entonces titular, su maestro Francisco Guerrero, lleno de achaques tras un accidentado viaje a Jerusalén. Pero en septiembre de 1591, Lobo se trasladó a Toledo para incorporarse a la catedral como cantor. Pronto se daría cuenta el cabildo toledano de su extraordinaria valía musical, otorgándole el puesto de maestro de capilla en el magno templo donde Cristóbal de Morales había ostentado aquel cargo entre 1545 y 1547.

Entonces fue cuando Lobo preparó, con todo cuidado, la única edición en vida de sus mejores obras. Contó con el apoyo de su amigo Tomás Luis de Victoria, de ahí lo lujoso del Liber Primus Missarum (Madrid, 1602), publicado por la Tipografía Regia, entonces en manos del impresor Joannes Frandrus; en el libro se incluye el único retrato conocido de Alonso Lobo de Borja. El Liber Primus Missarum contiene seis misas, cinco motetes y dos antífonas.

Cuando Lobo regresó a Sevilla en 1604, recuperó inmediatamente el magisterio de capilla de la catedral. En ella había pasado la infancia como niño cantor y más tarde como encargado de los seises. Por aquel entonces era ya célebre en toda España, Portugal y en la América hispana, desde Lima y Bogotá, hasta México. E incluso hasta 100 años después de su muerte fue considerado como uno de los mejores compositores españoles.

La música de Lobo combina la suave técnica del contrapunto de Palestrina con la sombría intensidad de Victoria. Alguna de sus composiciones también usa técnicas policorales, que eran comunes en Italia hacia 1600, aunque Lobo nunca usó más de dos coros.

Salvo O Rex Gloriae, basada en un motete de Palestrina, las restantes misas de Lobo se fundamentan en motetes de Guerrero, su admirado maestro. Sus trabajos incluyen misas y motetes, tres pasiones, lamentaciones, salmos e himnos, además de un miserere para 12 voces (que se ha perdido). Ninguna música secular o instrumental ha sobrevivido, que se sepa.

2 comentarios:

  1. Muy buenas. Es una obra maravillosa, pero es una pena que sea tan difícil de encontrar la partitura. Por casualidad ¿no tendréis una copia de la partitura para compartirla con nuestro coro? Nos gustaría montarla, pero no podemos acceder a ella. Nuestro coro se llama VoceArte. Un saludo.

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    1. Ya ha pasado tiempo, pero por si no la has encontrado aún, aquí la tienes: http://www2.cpdl.org/wiki/images/a/af/O_quam_suavis_Lobo.pdf

      Saludos

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