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25 de agosto de 2012

Música en la corte de Carlos V



MÚSICA EN LA CORTE DE CARLOS V
Concierto celebrado el 20 de septiembre de 2000, en la iglesia de Saint-Leu, Amiens (France), dentro del XIII Festival des Cathédrales de Picardie.

Orphenica Lyra:

Guido Balestracci (Viola de gamba soprano)
Alba Fresno (Viola de gamba tenor)
Ventura Rico (Viola de gamba bajo)
Eligio Quinteiro (Guitarra)
Fernando Paz (Flautas)
Pedro Estevan (Percusión)

Nuria Rial (Soprano)
Carlos Mena (Contratenor)
José Miguel Moreno (Vihuela y dirección)

PROGRAMA:

Diego Pisador : Romance de Abindarráez: "La mañana de San Juan" ("Libro de música de vihuela", S. XVI)
Cristóbal de Morales- Fuenllana : De Antequera sale el moro ("Orphenica Lyra", S. XVI)
Claudin de Sermisy- Fuenllana: Tan que vivray ("Orphenica Lyra", S. XVI)
Anónimo : Rodrigo Martínez ("Cancionero de Palacio", S. XV/XVI)
Diego Ortiz : Dos 'Recercadas' ("Tratado de Glosas", S. XVI)
Anónimo : Al alva venid ("Cancionero de Palacio", S. XV/XVI)
Luys de Narváez : Diferencias sobre Guárdame las Vacas ("Los seys libros del Delphin"; S. XVI)
Anónimo: Dindirindin ("Cancionero de Montecassino", S. XV)
Mateo Flecha "El Viejo" : Buscad d' hoy más (Ensalada "La Justa") ("Las Ensaladas de Flecha", S. XVI)
Mateo Flecha "El Viejo" : Ande, pues, nuestro apellido (Ensalada "La Bomba") ("Las Ensaladas de Flecha", S. XVI)
Giacomo Fogliano : L' amor, dona, ch' io te porto ("Cancionero de Palacio", S. XV/XVI)
¿Alonso Mudarra : Romanesca? ("Tres libros de música en cifra para vihuela", S. XVI)
Diego Ortiz : Recercada segunda sobre el passamezzo moderno ("Tratado de Glosas", S. XVI)
Mateo Flecha "El Viejo" : ¡Assí, assí, cuerpo de nos! (Ensalada "El Iubilate") ("Orphénica Lyra", S. XVI)
Juan Vásquez- Fuenllana : Duélete de mi señora ("Orphenica Lyra", S. XVI)
Juan Vásquez- Fuenllana : De los álamos vengo ("Orphenica Lyra", S. XVI)
Juan Vásquez- Fuenllana : Morenica dame un beso ("Orphenica Lyra", S. XVI)
Juan del Encina : Más vale trocar ("Cancionero de Palacio", S. XV/XVI)
Juan del Encina : Si habrá en este baldrés ("Cancionero de Palacio", S. XV/XVI)
Alonso Mudarra: Fantasía X que contrahaze la harpa en la manera de Ludovico ("Tres libros de música en cifra para vihuela", S. XVI)
Anónimo : A los maytines era ("Cancionero de la Colombina", S. XV)
Anónimo : Niña y viña ("Cancionero de la Colombina", S. XV)
Juan del Encina : Oy comamos y bebamos ("Cancionero de Palacio", S. XV/XVI)

Carlos V recibió una educación musical acorde con su condición de soberano: exquisita y completa; estas cualidades hicieron que su capilla musical ejemplificara la grandeza del soberano, y que ciertos músicos asalariados suyos de gran prestigio como Cabezón fueran el baluarte de su poder cultural.

En cuanto a su propia formación musical, ésta fue lo bastante amplia en su juventud como para poder escoger los futuros músicos de su capilla y formar la primera capilla hispano-flamenca con lo mejor de su época. La formación musical básica vino de la mano de su propia familia: su padre Felipe el Hermoso, su tía y primera tutora Margarita de Austria, y su profesor Enrique de Bredemers. Desde que salió para proclamarse rey de España en 1517, llevó consigo su capilla flamenco-borgoña -de Bruselas-, dirigidos por el músico Nicolás Gombert, que se especializaría en repertorio musical vocal polifónico; en cambio, para la creación y ejecución de música instrumental, creó otra capilla compuesta exclusivamente por músicos españoles, adscritos a la casa real de Castilla.

Con su matrimonio con Isabel de Portugal se llegó a constituir una nueva capilla musical formada por cantores y ministriles portugueses y españoles, que fue asimilada con la ya existente en la corte real de Madrid y que había pertenecido a la madre de Carlos I, la reina Juana la Loca. Músicos españoles destacados de esta nueva capilla fueron el organista Antonio de Cabezón y el maestro Mateo Fernández, el clavicordista Francisco Santiago Pérez, el afinador Aloi, los cantores Lope de Armento, Martín López, Antón, Zorita, Arellano y Espinosa y los compositores José Bernal y Jorge de Montemayor.

Gracias a estas capillas musicales, la corte de los infantes españoles fue, en el s. XVI, la más afamada.

(Matilde Olarte)

Vídeo: Belarmo

4 de febrero de 2012

¡O Más dura que mármol!



¡O Más dura que mármol!
Música: Pedro Guerrero y Miguel de Fuenllana
Texto: Égloga I, de Garcilaso de la Vega
"Libro de música para vihuela, intitulado Orphénica Lyra", (Sevilla, 1554)


Carlos Mena (Contratenor)
Juan Carlos Rivera (Vihuela)

¡O más dura que mármol a mis quexas,
y al encendido fuego en que me quemo
más elada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dexas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüença è que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿D' un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?.

Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos ¿a quién los bolviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?
¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?.
No hay coraçón que baste,
aunque fuesse de piedra,
viendo mi amada yedra,
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretexida,
que no s' esté con llanto deshaziendo
hasta acabar la vida.

Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Miguel de Fuenllana (Navalcarnero, Madrid, c. 1500 - Valladolid, 1579), fue un vihuelista y compositor español del Renacimiento.
Se conocen pocos datos sobre su vida; seguramente sus raíces se hallaban en el municipio de Fuenllana, en la provincia de Ciudad Real, si bien nació en Navalcarnero. Ciego de nacimiento, compuso un Libro de música para vihuela intitulado Orphenica Lyra (Sevilla, 1554), dedicado a Felipe II de España. Al venir de Francia Isabel de Valois (tercera esposa de Felipe II), trajo consigo un grupo de músicos instrumentistas franceses que quiso conservar en su Corte de España; Fuenllana alternó con este grupo y sus obras musicales se interpretaron junto a las otras de los artistas extranjeros; al morir la reina en 1568 continuó sirviendo en la corte española.

Pedro Guerrero nació en Sevilla h. 1520. Hermano y primer profesor del también compositor Francisco Guerrero, en una primera época desarrolló su actividad vinculado a la catedral de Sevilla y posteriormente (h. 1560) se estableció en Roma (Italia) como cantor de la Capilla Pontificia. Sus publicaciones Liber Primus Epigrammatum y Sonetos y madrigales difíciles, citadas en el Catálogo de la Biblioteca del Rey Don Juan IV de Portugal y de las que no se se conserva ningún ejemplar, alcanzaron gran difusión en su época.

Orphenica Lyra abarca 188 piezas repartidas en seis libros. En los tres primeros se aprecia un orden ascendente del número de voces de las composiciones, pasando de 2 y 3 voces del primero a las 5 y 6 de los motetes del tercer volumen. El libro incluye 52 fantasías originales compuestas por él mas obras de otros 17 autores. Su estilo es polifónico y con texturas al modo de Morales. Esta obra también contiene arreglos de piezas vocales de Josquin, Morales, Guerrero (ambos hermanos, Francisco y Pedro) y Verdelot, músicos pues españoles y de los Países Bajos. Fuenllana prefería el canto acompañado de vihuela a la vihuela solista.

14 de noviembre de 2011

"Introitus" de la Missa pro Defunctis, Francisco Guerrero




"Introitus" de la Missa pro Defunctis/Requiem (1582) de Francisco Guerrero (1528-1599).
Orchestra of the Renaissance, Josep Cabré y Simón Davis (cantos greagorianos).
Dirigen: Richard Cheetham (principal), Michael Noone (invitado).


Cuando Francisco Pacheco (suegro de Velázquez) nombró al compositor más notable de su época, no dedicó ni una palabra - como habría sido de esperar - a luminarias universalmente reconocidas tales como Palestrina, Lasso, Byrd o incluso Victoria. Para él, la verdadera luz musical de la Edad de Oro española era Francisco Guerrero. Y pocos contemporáneos españoles hubieran discutido su descripción de Guerrero como sobresaliente en su tiempo, en el Arte de la Música. Para el poeta Vicente Espinel, la imaginación de Guerrero generó obras de tan duraderos méritos y significado universal que ninguna edad futura podrá producir un maestro que combine tantos dones. Hoy día, sin embargo, estamos más acostumbrados a considerar a Victoria como el coloso de la música del Renacimiento español, aunque en su día fue Guerrero quien se llevó la palma.
Francisco Guerrero era un viajero excepcionalmente experimentado, sus obras - que se interpretaban en lugares tan distantes como México, Guatemala y Lima - aún lo eran más. Sus libros de misas, motetes y villanescas (un género que Victoria evitó completamente) se publicaron en Lovaina, París, Venecia y Roma, así como en su Sevilla natal. Y las copias manuscritas de sus obras se difundieron más lejos aún. Como puerto principal de España, la rica Sevilla era destino diario de los galeones que llegaban del Nuevo Mundo cargados de oro y plata gracias a su monopolio del comercio en el Nuevo Mundo. Su catedral - una de las más grandes del mundo - era lugar de espléndidas ceremonias: seculares, sagradas, cívicas y populares.
Guerrero encabezó la empresa musical de la catedral, lujosamente dotada, desde 1554 hasta su muerte, en 1599. Francisco Guerrero había nacido en Sevilla, y se integró en el coro de la catedral en 1542. Cuando tenía 17 años le ofrecieron el puesto de maestro de capilla en la catedral de la cercana Jaén. Más tarde volvió a Sevilla, donde aceptó una prebenda como cantor y trabajó como ayudante del maestro de capilla, que estaba envejeciendo. Finalmente, en 1574, Guerrero fue nombrado para el cargo de maestro de capilla. Además de 19 misas, publicó más de 150 piezas litúrgicas y motetes.
Su Misa de Requiem se había publicado por primera vez en París en 1566 (aunque Robert Snow ha descubierto pruebas que sugieren su publicación en Roma en 1559, publicación ahora perdida). En 1582 se publicó en Roma una versión revisada del Requiem. Ésta es la versión, revisada de acuerdo con las reformas litúrgicas del Concilio de Trento (1545-1563), que cantarían en Sevilla a finales del siglo XVI. En su revisión, Guerrero omitió el obsoleto Sicut cervus, sustituyéndolo por el nuevo Absolve Domine. Añadió un nuevo arreglo del responso Libera me, el motete a seis voces Hei mihi, Domine, y dos nuevos arreglos de la Comunión, uno para cuatro voces y otro para cinco. Guerrero, siempre perfeccionista, aprovechó la reedición para hacer mejoras puntuales en la mayor parte de los movimientos de la versión anterior, que así podían utilizarse en la liturgia revisada sin más cambios. Robert Stevenson sitúa este Requiem entre las creaciones «más magníficas y dramáticas» de Guerrero.
Una de las características notables de la música de la catedral de Sevilla era la participación de ministriles que tocaban chirimías, cornettos, sacabuches y bajones. De hecho, en 1526 los canónigos de la catedral de Sevilla establecieron formalmente el primer conjunto de viento de catedral conocido en España. En 1553, los canónigos decidieron ofrecer contratos a largo plazo a los músicos de viento, y estuvieron de acuerdo en que hera cosa muy decente y conforme a la divina escritura que la dicha sancta yglesia fuese servida y con todo genero de musica onesta como son los dichos menestriles por que siendo tan ynsigne y grande templo como lo es tiene muncha necesidad de la dicha musica por su sonorosidad pues los tienen todas las yglesias catedrales despaña de muncho menos posibilidad
Imaginamos a los músicos de la catedral tocando en el Requiem de Guerrero con toda la habilidad y pericia que convirtió a Sevilla en uno de los centros musicales más ilustres de la península. 
Además de poseer una buena voz de tenor, Guerrero tocaba el arpa, la vihuela, el órgano y el corneto, y no caben muchas dudas sobre la utilización de todos estos instrumentos por parte de los músicos que tocaron en la Misa de Requiem del compositor.

5 de noviembre de 2011

ALEPH. Quomodo obtexit caligine



ALEPH. Quomodo obtexit caligine
Rodrigo de Ceballos (ca.1533 - 1581).
(3ª Lección de Viernes Santo).
Ensemble Gilles Binchois
Director: Dominique Vellard


La llamadas Lamentaciones son un apéndice de la profecía de Jeremías, en las que el profeta llora la cautividad de Jerusalén y de los judíos por Nabucodonosor, rey de Babilonia. La iglesia católica las aplica a llorar por la muerte del Redentor. En la liturgia constituyen las tres primeras lecciones de los maitines del Triduo Sacro: Jueves, Viernes y Sábado Santos.

Desde que a finales del siglo XI se introdujeron en la liturgia, estas lamentaciones tuvieron siempre fórmulas melódicas propias, de gran sencillez, aunque un poco más ornadas que las demás lecturas, en particular las letras del alfabeto hebreo, que en el original numeraban las estrofas y que la traducción de San Jerónimo, y por consiguiente el uso litúrgico, conservaron.
En España tuvieron, desde la Edad Media, unas fórmulas melódicas más ornadas y dramáticas que las usadas por la liturgia romana. En el siglo XVI fueron varios los compositores que pusieron música polifónica a estas lamentaciones, para una mayor solemnidad de los maitines de Semana Santa, particularmente el Jueves y el Viernes, que se cantaban la víspera por la tarde, o sea, el Miércoles y Jueves Santos.


Rodrigo de Ceballos fue uno de los grandes polifonistas españoles del Siglo de Oro, perteneciendo a la denominada Escuela Andaluza junto a maestros de mayor renombre como Francisco Guerrero o Cristóbal de Morales.
Perteneció a una amplia familia de músicos activos en la Catedral de Burgos durante todo el siglo XVI. Su padre, Juan de Ceballos, fue recibido como cantor en esa catedral; y su tío Francisco era maestro de capilla de la misma.
Rodrigo de Ceballos nació en Aracena (Huelva) en torno a 1533. No se sabe nada de su formación musical. Tan solo que en 1553 el Cabildo de la Catedral de Sevilla lo contrató como copista de música. En 1554 opositó al magisterio de capilla de la catedral de Málaga, y con ese motivo el Cabildo de Burgos escribió una carta de recomendación a favor de Ceballos, "hijo de Juan de Ceballos y sobrino de Francisco de Ceballos, maestro de capilla". No se llevó la plaza y siguió en Sevilla como cantor de la catedral.
En 1556 la catedral de Córdoba lo nombró ayudante del maestro de capilla; y en 1561 ganó, por oposición, la plaza de maestro de capilla en la Capilla Real de Granada, cargo que ocupó hasta su muerte acaecida en 1581.

De Ceballos se conocen dos lamentaciones, que fueron publicadas en el volúmen IV de sus Obras Completas. Son las primeras del Jueves y Viernes Santos. Ambas utilizan la melodía hispánica como 'cantus firmus'. Es de advertir que Ceballos usa los textos anteriores a la reforma litúrgica posterior al Concilio de Trento.