Páginas

Mostrando entradas con la etiqueta Musica Española. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Musica Española. Mostrar todas las entradas

16 de mayo de 2017

Oy, Jil, en consejo abierto




Oy, Jil, en consejo abierto
Ensalada anónima (S. XVII)


King's Singers 
The Harp Consort
Andrew Lawrence-King

Vídeo: Belarmo


Procedentes del Fondo Barbieri y bajo las signaturas M. 1370, M. 1371 y M. 1372, se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid tres volúmenes manuscritos, en su mayor parte de polifonía profana, pertenecientes a las primeras décadas del siglo XVII. Aproximadamente la primera mitad de las piezas de esta compilación fueron publicadas por Miguel Querol en un único tomo, sin que hasta la fecha hayan visto la luz las restantes composiciones, al menos, agrupadas en un segundo volumen. Entre éstas, en las páginas 95-97 de los citados manuscritos, figura la «Ensalada a 3» Oy, Jil en consejo abierto de autor anónimo, que viene a engrosar el reducido, pero valioso, repertorio musical que poseemos hasta el momento sobre este género literario-musical tan típicamente hispánico, ya que, si atendemos al número de obras conservadas, las fuentes literarias que contienen ensaladas y ensaladillas han llegado siempre hasta nosotros en mayor medida que las fuentes específicamente musicales.

En relación a la definición del término Ensalada, sobradamente conocidas son las que dieran Rengifo, Covarrubias y el Diccionario de Autoridades. Dichas definiciones resumen las características del género a tres o cuatro constantes, y resultan perfectamente aplicables a un determinado tipo de ensaladas, pero las aportaciones de la investigación filológica y musicológica obligan a perfilar más detenidamente la definición y a añadirle nuevas características, no sólo en los aspectos formales, sino también en el contenido temático e ideológico. En este sentido, no es exagerado reclamar una definición prácticamente exclusiva para cada ensalada en particular, sobre todo, si tenemos en cuenta tanto la parte literaria como la musical, y la sutil conjunción entre ambas. Autores de nuestro tiempo, procedentes de ámbitos filológicos, han estudiado el género en profundidad rastreando su desarrollo a partir de la canción lírica tradicional -ya sea de raíz folklórica como de cancionero culto o cortesana-, y relacionándolo con el teatro, el romance, el villancico, el chiste. Aunque es un género considerado generalmente como menor, su importancia en la vida espiritual de la época fue considerable.

En las ensaladas del siglo XVI que se nos han conservado, la mayoría de ellas tenían, en un principio, como finalidad la de cantar el misterio de la Natividad. Posteriormente, la propia evolución de este género literario-musical en contacto con las condiciones ideológicas y sociales de la época facilitó su cambio de orientación que pasó de la temática navideña a la eucarística. Estamos, pues, ante una ensalada de argumento eucarístico, que contrahace «a lo divino» una cancioncilla tradicional muy en boga en los siglos XVI y XVII:

«Al villano se lo dan
la cebolla con el pan».

La ensalada dialogada se inicia con la narración, dirigida a Gil - paradigma de personaje rústico y convencional-, de una audiencia que solicitan ciertos personajes: un sacristán portugués, un vizcaíno, una gitana y finalmente unos villanos.

Para seguir leyendo y profundizar más en la obra, hacer click en el enlace:


19 de marzo de 2017

Missa Defunctorum ad Exequias Ludovici Primi Regis





Missa Defunctorum ad exequias Ludovici Primi Regis
6. Requiem
7. Kyrie

Sequentia
8. Dies irae
9. Tuba mirum
10. Rex tremendae
11. Recordare, Jesu pie
12. Ingemisco

13. Lacrimosa
14. Offertorium
15. Sanctus
16. Motete. Versa est in luctum
17. Agnus Dei
18. Communio

Misa de Difuntos a Luis I (1724) para Doble Coro, Solistas, Capilla y Orquesta de José de Torres y Martínez Bravo (ca.1670-1738).

Obra extraída del álbum Días de Gloria y Muerte. Dos misas de JOSÉ de TORRES (1670-1738)
de la Serie: Compositores en la Comunidad de Madrid. El Patrimonio Musical Hispano, Nº6.
Interpretan: ESTIL CONCERTANT con instrumentos de época.
Estrella Estévez y Carmen Botella (Sopranos)
Toni Gubau (Contratenor)
Josep Pizarro (Tenor)
Josep R. Gil-Tàrrega, Director


José de Torres y Martínez Bravo nació en Madrid en torno a 1670 y falleció en la capital del reino el 5 de junio de 1738. Entre una y otra fecha se enmarca la vida de un músico avanzado cuyo talento marcó el quehacer musical de las primeras décadas del siglo XVIII en España y América. Toda su trayectoria profesional se encuentra vinculada al ámbito cortesano donde desarrollaría una notable actividad como compositor, organista y teórico de la música.
Su biografía, como su obra, estuvieron marcados por el azar plagado de inquietudes y acontecimientos. Recibe su formación musical en el Real Colegio de Niños Cantores, donde ingresa en 1680. Sus maestros fueron probablemente Cristobal Galán en composición y Diego y Francisco Bruna en órgano. En 1686 obtiene por oposición la plaza de organista de la Capilla Real de Madrid, y comienza a ejercer como maestro de música del Colegio de Niños Cantores, puesto en el que destaca por sus cualidades como docente.

Después del exilio de Sebastian Durón en 1706, Torres fue asumiendo progresivamente las responsabilidades de composición y de esta época se conserva su zarzuela El imposible mayor. En 1716 asciende a primer organista, hasta que fue nombrado maestro titular de la Capilla Real y rector del Real Colegio de Niños Cantores en 1718. A partir de 1724 tuvo que compartir el magisterio con Felipe Falconi, hasta entonces maestro de la Capilla de S. Ildefonso en La Granja. Su trabajo en común va a conjugar la práctica nacional más tradicional y la corriente italianizante del momento.

Torres es uno de los compositores más importantes del barroco español. Aunque una parte importante de su producción debió perderse en el incendio del Alcázar o tras su muerte, las obras conservadas demuestran que alcanzó un completo dominio del nuevo estilo italiano, siendo el principal responsable de la modernización de la música española a principios del S. XVIII.

En 1699 funda la Imprenta de Música, la única con esa especialización en España y, bajo su dirección, edita buena parte de los mejores tratados teóricos de su época y publica numerosas composiciones religiosas y profanas, partituras de obras teatrales (como Destinos vencen finezas de Juan de Navas) y diversos tratados teóricos. Entre estos debe destacarse las Reglas generales para acompañar órgano, clavicordio o arpa (1702), el primer tratado de bajo continuo publicado en España, que reeditó en 1736 con un nuevo libro dedicado al estilo italiano y El arte del canto llano de Francisco Montanos.

Ingresó como organista en la Real Capilla por oposición en enero de 1687, desempeñando este oficio al mismo tiempo que ejercía sus funciones como compositor. El éxito no se hizo esperar y buena prueba de ello sería la edición de la obra Missarum Liber editada en 1703 en su Imprenta Musical y dedicada al rey Felipe V, obra que le confirmaría como compositor y que supondría a su vez su reafirmación en el ámbito cortesano, al gozar a partir de este momento del beneficio y protección del monarca.
De la importancia que llegó a obtener esta obra nos da buena muestra el elevado número de ejemplares que en la actualidad se encuentran conservados en los diferentes centros religiosos repartidos por la geografía española e hispanoamericana.


La Misa de Difuntos (1724) para las honras de Luis I de España
está cargada de una sonoridad plena, dramática, grave en muchas ocasiones y marcada con una profunda espiritualidad que a veces acongoja por la delicada sensibilidad, como sucederá en la sencilla súplica del Recordare Jesu pie de la Sequentia, con un expresivo de tiple. Se inicia esta Misa con el Introito Requiem aeternam, expuesto de forma pausada, casi contemplativa como si se tratase de una sentida plegaria, sin grandes exhibiciones vocales o instrumentales aunque revestida de la grandeza con la que está concebida la obra.

El Kyrie que le sigue avanza ya la fuerza expresiva del drama, construido en 3 secciones diferenciadas de carácter independizado, cuyo material temático no volverá a ser reaprovechado ni en el Sanctus ni en el Agnus Dei.

Pero donde la Misa adquiere su verdadera dimensión es en la Sequentia Dies Irae, muy reducida en relación con el texto original, ya que Torres ha suprimido 6 de las estrofas habituales, entre ellas, por ejemplo, el Confutatis maledictis. En total 6 secciones que se representan con una gran variedad de recursos, muy ricas en ideas y a veces sorprendentes. El Offertorium se destaca por su espléndida belleza. Contiene momentos de una gran rareza que presentan una concepción armónica muy avanzada, como sucede en la sección Libera animas...de poenis Inferni, en la que Torres va a utilizar un proceso continuo de modulaciones encadenadas que generan un dramatismo muy acorde con el contenido textual. Sin embargo donde la Misa presenta mayores sorpresas es en el Motete Versa est in luctum, incorporado en sustitución del Benedictus después del Sanctus, tal y como se practicaba en España, en el que la orquesta queda reducida tan sólo a las flautas y al cuarteto de cuerdas, que a modo de coro dialoga con los solistas, confundiéndose con ellos a veces en una sonoridad misteriosa conseguida con extrañas modulaciones.

El Dona eis Requiem sempiterna con el que cierra el Agnus Dei, constituye otro momento de gran intensidad. La música se reparte entre los 2 coros que repiten incesantemente la palabra "eternidad", superponiéndose rítmicamente en un proceso continuo de tensiones acumuladas a modo de espiral, tal y como sucederá en la Communio, en cuyo caso se logra esta sensación mediante la estudiada introducción de un diseño rítmico-melódico que poco a poco va adquiriendo importancia hasta convertirse en un verdadero ostinato que guía al texto hasta su consumación Cum Sanctis tuis in aeternum, esta fusión final entre texto y música en un continuo avanzar de energía acumulada se cierra con un pleno total de coros y orquesta de una gran serenidad, profundamente conmovedora.

30 de septiembre de 2015

Pedro de Lagarto





D'aquel fraire flaco y cetrino
Pedro de Lagarto (Toledo, c.1465 - c.1543)
Grupo SEMA


Cancionero de Palacio (s.XIV - S. XV)

D'aquel fraire flaco y cetrino
guardaos dueñas dél, qu'es un malino.

Ni dexa moça ni casada,
beata, monja ençerrada,
que del no ha sido tentada,
y est'es su ofiçio de contino.

De vidas agenas enquisidor,
de muchos famosos disfamador,
pues dí, de zizañas predicador,
¿siguió San Françisco este camino?

Aunque le vedes flaquillo,
echó en una dueña un frairezillo
yo no quise ir á dezillo
porque fué, señores, su padrino.

Para mantillas i pañales
vendió ó empeñó las Decretales
y él malo con todos sus males,
no tiene juicio divino.

La moça que vee livianilla
no dexa'l buen fraire de seguilla,
y hasta tomalla en la losilla,
jamás no la pierde de tino.

Y tiene tan alto el pensamiento,
los cascos tan llenos de viento,
qu'el quedará sin ningun tiento,
si no le atajan el camino.

[Pues caça d'arena y palo de çiego,
bordón de rromero con braço gallego,
en fraire tan malo que de ti rreniego,
ypróquita, triste i beguino.
En fin, que ni fué ni será ni es
ninguno tan malo ni tan descortes,
y porque después de mí no os quexés,
catá qu'os declaro el camino.


Pedro de Lagarto (Toledo, ca. 1465-ca. 1543) fue chantre, maestro y compositor activo en la Catedral de Toledo durante los últimos años del siglo XV y las primeras décadas del XVI. Conocido en la actualidad como “Pedro de Lagarto” por imitación de los estudios publicados por musicólogo Robert M. Stevenson, no consta tal nominación en fuentes documentales. Durante los años en los que se produjo el entronque dinástico de la monarquía Católica con la dinastía Habsburgo, sus diferentes responsabilidades musicales en la catedral de Toledo le situaron en una posición privilegiada desde la que asistir a la influencia estilística ejercida por la conocida como Escuela de Borgoña sobre las Casas de Castilla y de Aragón.
La reducida obra de Pedro Lagarto se ha transmitido a través de los principales cantorales musicales compilados en la Corona de Castilla durante el reinado católico: el cancionero de la Biblioteca Colombina, el Cancionero musical de Palacio y el cancionero la catedral de Segovia.

En la actualidad no se han localizado documentos sobre su infancia ni sobre su ingreso en la catedral de Toledo, centro al que vinculó su vida eclesiástica y su actividad musical. Según los datos que aporta su testamento entró a formar parte de la institución en 1475, probablemente con una edad no inferior a seis años ni superior a trece.
La primera referencia documental a la figura de Lagarto data de 1489. Ese año se le confía la enseñanza de canto de órgano y contrapunto a los mozos para el servicio del coro, en sustitución del difunto Juan de Triana. Además de la intervención en las ceremonias catedralicias, preparaba en calidad de claustrero el Canto de la Sibila y la fiesta de San Nicolás, conocida como del obispillo, según aparece referido en un libro de memorias del propio Lagarto, aún sin identificar. En aquellos años contó con un asistente, lo que indica la importante carga de trabajo que conllevaban sus funciones (maestro de canto llano y de canto polifónico de los clerizones, maestro de música de los beneficiados, organista circunstancial y corrector de errores durante los oficios). A pesar de ello recibía, como era costumbre, un sueldo inferior a quienes percibían ración musical. Por este motivo, en 1495 se presentó al asiento de cantor tenor en el coro del arzobispo.
A causa de una enfermedad, en 1507 le sucede Juan de Espinosa como maestro claustrero y en 1509 recibe el nombramiento, probablemente honorífico, de maestro de la música. En tal calidad, en 1512 incluyó algunas obras suyas en un libro de polifonía de la catedral, sin que hasta el momento se hayan precisado cuáles. Apenas cinco años después, es designado sucesivamente capellán de la Capilla de los Reyes Viejos (1511), tesorero (1513), capellán de San Pedro (1526) y maestro de ceremonias (1530). En 1536 dicta testamento y en 1543 figura como racionero difunto en el registro de cantores. A su muerte tendría unos ochenta años de edad, y habría estado sesenta y ocho al servicio de la catedral.

La opera omnia de Lagarto, identificada hasta la fecha, la constituyen:
Las cuatro aparecen recogidas en los principales cancioneros musicales del periodo junto a grandes figuras castellanas y francoflamencas, cuyas composiciones gozaron de predicamento en la corte Católica y en las casas nobiliarias de Castilla, especialmente en la de Alba, durante el último tercio del siglo XV.
Los músicos de la capilla borgoñona realizaron diversos viajes a la península Ibérica como miembros de representaciones diplomáticas. Sin embargo, no consta su contacto con las capillas musicales de Aragón y de Castilla hasta el año 1502, cuando, a propósito de los esponsales de la infanta Juana con Felipe I de Habsburgo, las tres ofrecieron una misa conjunta en la catedral de Toledo. En aquel momento Lagarto ostentaba todos los cargos relacionados con la enseñanza musical en el templo primado por lo que se revela como un espectador excepcional de la consolidación de aquella genuina, y decisiva, convergencia estilística.

Fuente

23 de junio de 2015

Ut queant laxis





Alonso Pérez de Alba (14??-1504)
The Early Music Consort of London
David Munrow

Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum,
Solve polluti
Labii reatum.
Sancte Ioannes.


Alonso (Pérez) de Alba (o Alva) fue un compositor español del Renacimiento, en activo durante el reinado de los Reyes Católicos.

Todas las composiciones religiosas que se han conservado de este compositor se hallan en el manuscrito "Tarazona, Archivo Capitular de la Catedral, ms. 2/3", que probablemente procede de Sevilla. En ellas aparece nombrado como Alonso Dalba, Alonso Dalva o Alonso de Alva, salvo en un Agnus Dei, en el que aparece citado por su nombre completo: Alonso Pérez Dalva.
Existen dos personajes que pueden ser identificados con este compositor
  1. El primero es un tal Alonso de Alva, quien el 25 de enero de 1503 fue nombrado maestro de capilla en la Catedral de Sevilla, sucediendo a Francisco de la Torre. Murió antes del 4 de septiembre de 1504.
  2. El segundo de ellos es Alonso de Alba, nacido en Madrigal de las Altas Torres, el cual, aparece en los registros de la capilla real de la corte castellana. Su nombre aparece por primera vez en un documento fechado el 10 de septiembre de 1497, en el que consta como capellán de la capilla de la reina Isabel la Católica. Posteriormente, en otro documento del 6 de febrero de 1501 aparece ya como "capellán sacristán", oficio que mantendría hasta la muerte de la reina en 1504, cuando pasó a formar parte de la capilla de Juana la Loca con el mismo puesto. Con el retiro de esta última a Tordesillas, Alonso de Alba se trasladó también allí junto con el resto de la capilla. Desde 1512 hasta 1519 sirvió en la capilla con el título de "capellán y sacristán mayor". Finalmente murió el 14 de agosto de 1522. Durante su vida fue recompensado con varios beneficios eclesiásticos: en 1501 es nombrado Archidiácono de la Catedral de Jaén y en 1505 canónigo en la Catedral de Segovia.
Se han conservado un total de 22 obras de Alonso Pérez de Alba. De ellas 21 son religiosas y se hallan todas ellas en el manuscrito "Tarazona, Archivo Capitular de la Catedral, ms. 2/3", de probable origen sevillano como ya se ha dicho. La única obra de carácter profano, "No me le digáis mal, madre", se halla en el famoso Cancionero de Palacio. Algunos autores señalan la posibilidad de que las 11 piezas que en este último cancionero vienen encabezadas bajo el nombre de Alonso, sin especificar el apellido, se deban también a Alonso de Alba, sobre todo por la semejanza en el estilo (aunque podrían deberse a otros autores como Alonso del Toro o Alonso de Mondéjar, también con obras en dicho cancionero).

Ut queant laxis es el primer verso del Himno a San Juan Bautista, escrito por el historiador lombardo Pablo el Diácono en el siglo VIII.

De las primeras sílabas de los versos de este himno se toma el nombre las notas musicales de la notación latina moderna, hecho realizado por Guido de Arezzo en el Siglo XI. Guido de Arezzo utilizó la primera sílaba de cada estrofa, excepto la última: ut, re, mi, fa, sol, la. Siglos más tarde, Anselmo de Flandes introdujo el nombre si para la nota faltante, combinando las iniciales de Sancte Ioannes.
Posteriormente, en el siglo XVII el musicólogo italiano Giovanni Battista Doni sustituyó la nota ut por do, pues esta sílaba facilitaba el solfeo por terminar en vocal. Constató que era difícil solfear con la nota ut ya que terminaba en una consonante sorda, tuvo la idea de reemplazarla con la primera sílaba de su propio apellido (do) para facilitar su pronunciación. Otra teoría afirma que quizá provenga del término Dominus, Señor en latín. En Francia todavía se sigue usando ut para algunos términos musicales técnicos o teóricos, por ejemplo trompette en ut o clé d'ut.

La nota si, que no formaba parte de la afinación en hexacordos de la época, fue añadida posteriormente al completar con siete notas la escala diatónica. En algunos idiomas (como el inglés) cambiaron la s inicial por una t para que cada nota comenzara en una consonante distinta (y sol y si no comenzaran ambas en s).

Nota Texto original en latín Traducción
Ut - Do
Re Mi Fa Sol La Si
Ut queant laxis Resonare fibris Mira gestorum Famuli tuorum Solve polluti Labii reatum Sancte Ioannes. Para que puedan exaltar a pleno pulmón las maravillas estos siervos tuyos perdona la falta de nuestros labios impuros San Juan.


    7 de mayo de 2015

    Versa est in luctum




    Sebastián de Vivanco (±1550-1622)
    Versa est in luctum
    The King's Singers


    El texto de Versa est in Luctum está tomado del libro de Job (Cap. 30,- Vers. 31) y suele cantarse al final de la misa de difuntos. Sin embargo, la liturgia tradicional española no suele incluirlo. En la época de Vivanco se cantaba un motete entre el sermón y la administración del la absolución del difunto.

    El propósito de esta música y de toda la música sacra no era sólo Ad Majoram Dei Gloriam, sino para alzar e intensificar las emociones en la congregación. El texto de esta obra cumple absolutamente con dicho propósito. El compositor consigue unir tristeza y meditación con un excelentes resultados. Algo sorprendente, pues Vivanco es recordado sobre todo por sus villancicos, una razón más para que haya dudas con respecto a su autoría.

    TEXTO: 

    Versa est in luctum cithara mea,
    et organum meum in vocem flentium.
    Parce mihi, Domine,
    nihil enim sunt dies mei.
      

    TRADUCCIÓN:

    Mi arpa se ha transformado en luto
    y mi órgano en la voz de los que lloran.
    Perdóname, Señor,
    porque mis días no son nada.


    Sebastián de Vivanco nació en Αvila, al igual que Tomás Luis de Victoria. Sin embargo, se desconoce la fecha exacta de su nacimiento. Se supone que nació unos dos o tres años después que Victoria y que ambos se conocieron de niños y cantaron juntos en la capilla de la Catedral de Ávila. Los maestros de capilla de la catedral, durante el tiempo en el que Vivanco cantó en el coro, fueron Gerónimo de Espinar, Bernardino de Ribera (1559) y Juan Navarro (1563). Éste último compositor sería el que ejerció sobre Vivanco una mayor influencia.
    Hacia 1566, con el cambio de voz, Vivanco encaminó sus estudios hacia el sacerdocio, como también hizo Victoria.
    En 1576 aproximadamente, con unos 25 años y siendo todavía subdiácono, fue nombrado maestro de capilla de la Catedral de Lérida. Poco después, el 4 de julio de 1576 fue cesado bruscamente de este puesto y fue despedido por el cabildo catedralicio.
    A su vuelta a Castilla, en febrero de 1577, fue nombrado maestro de capilla de la Catedral de Segovia, puesto más prestigioso y mejor pagado que el anterior. Allí se trasladó junto con su madre, en marzo, y permaneció en la catedral los 10 años siguientes. Durante esta etapa se convirtió en diácono y después, en 1581, fue ordenado sacerdote.
    En 1588, regresó a su ciudad natal, Ávila, para hacerse cargo de la capilla de la catedral. Allí permaneció hasta el año 1602, cuando tomó posesión del puesto de maestro de capilla en la Catedral de Salamanca. Este fue su último desplazamiento y el más importante en cuanto a su contribución musical. Sus tres publicaciones se imprimieron durante su estancia en esta ciudad. El 19 de febrero de 1603 obtuvo por oposición pública una plaza de profesor de música en la Universidad de Salamanca y el 4 de marzo del mismo año recibió el grado de maestro de artes honoris causa. Vivanco ocuparía tanto el puesto en la catedral como el universitario hasta su muerte, el 26 de octubre de 1622.


    La mayor parte de las obras de Vivanco se hallan en tres libros publicados en Salamanca, entre los años 1607 y 1610, por el impresor de Amberes, Artus Taberniel, quién por aquél entonces era el impresor oficial de la Universidad de Salamanca. Εstos tres libros son suntuosos y de gran tamaño. Probablemente contienen una selección debida al propio compositor de sus mejores piezas, a lo largo de más de cuarenta años de trabajo. Estos libros son:
    • Liber magnificarum. Impreso en 1607. Contiene 18 versiones del Magníficat. Consta de 270 páginas en formato de libro de coro. La página de la portada contiene un grabado donde está representado el propio compositor arrodillado ante un crucifijo. Se considera el libro más importante del compositor.
    • Libro de misas. Impreso en 1608. Se conocen tres ejemplares, uno conservado en la Iglesia de Santa María la Mayor de Ledesma, Salamanca, y otros dos fragmentarios en Granada y Sevilla. Contiene 10 misas:
      • Missa Assumpsit Jesus, (5v)
      • Missa in festo Beata Maria Virgine, (4v)
      • Missa Beata Virgine in sabbato, (4v)
      • Missa Crux fidelis, (6v)
      • Missa Doctor bonus, (4v)
      • Missa In manus tuas, (8v)
      • Missa O quam suavis es, Domine, (4v)
      • Missa quarti toni, (4v)
      • Missa sexti toni, (4v)
      • Missa super octos tonos, (4v)
    • Libro de motetes. Impreso en 1610. Se conservan tres ejemplares, uno en la Catedral de Toledo, otro en la Catedral de Salamanca (libro de polifonía 10) y otro en la Catedral de Segovia (libro de polifonía 12). Ambos están incompletos. Sin embargo, a partir del ejemplar conservado en Salamanca, al que sólo le faltan unas pocas hojas, se han podido recuperar 74 motetes.
    Se ignora el título real tanto del libro de misas como del de motetes, ya que los pocos ejemplares conservados carecen de portada.
    Otro libro de motetes fue también impreso en Salamanca en 1614, esta vez por la viuda de Francisco de Ceatesa, según consta en el colofón. El único ejemplar conocido de ésta edición se guarda en la Catedral Metropolitana de México. También le falta la portada, por lo que también se desconoce su nombre real. Contiene 74 motetes y es similar al libro impreso en 1610.
    Otras obras se conservan en algunos manuscritos, aunque su identificación y catalogación no ha terminado todavía. Entre éstas fuentes manuscritas pueden citarse:
    • Dos libros de coro copiados para el Monasterio de Guadalupe, en Extremadura. Copiados a principios del siglo XVII. Contienen:
      • 3 misas:
        • Missa Tu es vas electionis
        • Misa para días feriados
        • Missa de Réquiem taciturna
      • Extractos del oficio de Difuntos
      • Una versión del himno Vexilla regis para el tiempo de Pasión.
      • 3 lecturas de las Lamentaciones de Jeremías para Semana Santa
      • 2 piezas pequeñas
    • Varios manuscritos de principios del siglo XVII pertenecientes a la Catedral de Salamanca. Contienen motetes e himnos.
    En total, han llegado hasta nosotros 93 motetes, contando los incluidos en el Libro de motetes y el resto de las fuentes.

    25 de diciembre de 2014

    Niño Dios d'amor herido



    Francisco Guerrero (1528 - 1599)
    Niño Dios d'amor herido
    (Canciones y Villanescas Espirituales - Venecia, 1589).

    La Colombina 

    - María Cristina Kiehr (Soprano)
    - Claudio Cavina (Contratenor)
    - Josep Benet (Tenor)
    - Josep Cabré (Barítono)
    - Director: Josep Benet


    LETRA:

    Niño Dios d'amor herido,
    tan presto os enamoráis,
    que apenas havéis nasçido
    quando d'amores lloráis.

    En esa mortal divisa,
    nos mostráis bien el amar,
    pues, siendo hijo de risa,
    lo trocáis por el llorar.

    La risa nos a cavido,
    el llorar vos lo açeptáis,
    y apenas havéis nasçido
    quando d'amores lloráis.


    Todo el mundo sabe que Francisco Guerrero (1528 - 1599), forma junto con Cristóbal de Morales (h. 1500 - 1553) y Tomás Luis de Victoria (1548 - 1611) la Santísima Trinidad de la polifonía religiosa española del Siglo de Oro. Todos los libros que puedan hablar de ello, en cualquier idioma, lo dicen. También sabemos que la obra de Guerrero tiende un puente histórico entre las de su maestro, el también sevillano Morales —cuando éste último se hallaba próximo a la cincuentena, Guerrero era un adolescente— y el abulense Victoria —compositor cuya música se halla, a veces, a las mismas puertas del primer barroco—.
    Sin embargo, Guerrero es el peor conocido de estos tres polifonistas y por ende, el menos valorado. Y ello, cuando fue el más admirado de los músicos españoles en la segunda mitad del siglo XVI.

    La obra de Francisco Guerrero abarca la práctica totalidad de los géneros de la música religiosa y profana de su época. Su producción en lengua romance es variada, e ilustra los logros expresivos alcanzados a mediados de la centuria, traducidos en la armonización de texto y música.
    De sus años de juventud datan las obras de carácter madrigalesco, probablemente interpretadas en los círculos cortesanos y en las academias sevillanas de la segunda mitad del siglo XVI. Junto a ellas, y derivadas de las obligaciones de su posición en la catedral de Sevilla, compone numerosas chanzonetas destinadas a las principales festividades del ciclo litúrgico anual. Sólo una escogida selección de las mismas, «transformadas a lo divino», verá la luz tardíamente, cuando decida imprimirlas en la colección "Canciones y Villanescas Espirituales" (Venecia, 1589), aconsejado por sus amigos y movido por la corrupción que éstas estaban sufriendo en su transmisión manuscrita.

    Su obra profana —la que conocemos, pues algunas piezas "anónimas" o atribuidas a otros compositores del "Cancionero de Medinaceli" o en los "Libros de música" de Alonso Mudarra son o pudieran ser de su autoría— es escasa. El musicólogo Miguel Querol Gavaldá asegura que esta parcela de la producción guerreriana consta de 34 piezas —certificadas—, de las cuales sólo 20 fueron a parar, tras una posterior revisión, en la colección de Villanescas.

    En su Tesoro de la lengua castellana, publicado en Madrid en 1611, Covarrubias dice: "las villanescas son canciones que suelen cantar los villanos cuando están en solaz. Pero los cortesanos, remedándolos, han compuesto a este modo y mensura cantarcillos alegres. Ese mismo origen tiene los villancicos tan celebrados en las fiestas de Navidad y Corpus Christi".
    En Italia, país de origen del género, las villanescas adquirieron los distintos nombres de villanelle, villanesche, canzone villanesche o canzone alla villanesca. La villanella —la más extendida de las denominaciones— significa "campesina", y solía acompañarse de instrumentos.

    Guerrero compuso sus Villanescas en distintos periodos de su vida. Las que poseen un texto originariamente profano fueron concebidas en su juventud, cuando rondaba los veinte años de edad.
    Después de viajar a Tierra Santa en el verano de 1588 (las impresiones de esta travesía quedaron impresas en su libro titulado "Viage a Jerusalem"), con sesenta y dos años, Guerrero selecciona de entre aquellas piezas profanas de juventud las más exquisitas o elevadas para transformar su contenido literario al mundo de lo divino. El maestro sevillano decidió llevar estas músicas a la imprenta porque, como afirma su contemporáneo Cristóbal Mosquera de Figueroa: "andando de mano en mano, se iba con el tiempo perdiendo en sus obras la fidelidad de su compostura, o no quedaba en ella más que el nombre del autor".

    De las sesenta y una piezas que componen las Villanescas sólo veinte, como ya hemos adelantado, fueron concebidas por Guerrero en sus primeros años como compositor. Dieciocho de ellas fueron reconvertidas en sagradas y las dos restantes mantuvieron su texto original, por tratar cuestiones morales. El resto, de las que sólo se conoce versión sacra, fueron escritas por el artista en su última madurez.

    Fuente: Belarmo

    2 de septiembre de 2014

    Tarantella




    TARANTELA - Lucas Ruiz de Ribayaz (1626 - ?).


    Arianna Savall (Arpa)
    Pedro Estevan (Pandereta)


    Lucas Ruiz de Ribayaz y Foncea (Santa María Ribarredonda, Burgos (España), 1626 - ?), guitarrista y compositor español. Es el autor del libro Luz y Norte musical para caminar por las cifras de la guitarra española y el arpa (1677).

    Pedro Antonio Fernández de Castro y Andrade (XVII Virrey del Perú), llegó a Lima en el año de 1667, acompañado del religioso y guitarrista Lucas Ruiz de Ribayaz, al inicio de su importante carrera como músico.
    El Virrey tocaba diestramente la guitarra, y era uno de los entusiastas discípulos de Ruiz de Ribayaz, quien a su regreso a Madrid publicó en 1677, Luz y Norte Musical. En el prólogo informa, que en el Perú los músicos no sabían leer las cifras o tablatura, con excepción de unos pocos que conocían la música polifónica, pero tañían diestramente la guitarra y cantaban de memoria.

    En la Biblioteca Nacional de Madrid se halla la obra publicada por Ruiz de Ribayaz, que lleva éste largo título: Luz y Norte Musical para caminar por las cifras de la guitarra española y el arpa, tañer y cantar a compás por canto de órgano, y breve explicación del arte, con preceptos fáciles, indubitables y explicados con claras reglas por teórica y práctica.
    Está en la Real Academia con el nº 9402, y lo componen 168 páginas, con VIII folios.

    En el libro se tratan los "tañidos de rasgado para guitarra", especificando lo relativo a jácaras, folías, pavanas, villano, zarabanda, matachín, mariona, gallarda, y canarios, danza del hacha, españoleta, bailete...
    Entre las composiciones transcritas, figuran paradetas, torneo, tourdion, galería del amor, vacas y pasacalles, en algunos casos con sus diferencias.

    También hay diversas composiciones para arpa, cuya cifra se ordena en cuatro líneas.

    La tarantella es un baile popular del sur de Italia, de las regiones italianas de Puglia, Basilicata, Calabria, Abruzzo, Molise, Campania y Sicilia y parte de Argentina. Es un baile de origen napolitano que tiene un movimiento muy vivo, acompañado de canto. Lo más probable es que su nombre se derive de la ciudad de Tarento en Apulia, aunque popularmente se suele decir que viene de la tarántula, una araña común en la región mediterránea. Es más, durante la Edad Media, en algunas partes del sur de Italia se creía que bailar el solo de la tarantela imitando el acto de espantar a la misma curaba un tipo de locura supuestamente producida por la picadura de la mayor araña europea, la llamada araña lobo o tarántula, también se cree que se simula la técnica de apareamiento de la taratula. La primera documentación escrita se encuentra en Athanasius Kircher
    En su forma moderna más común, es una danza de galanteo entre parejas con una música en un compás de seis por ocho que va aumentando progresivamente su velocidad y que va acompañada de castañuelas y panderetas. Tiene dos partes bien diferenciadas: una en tono menor y otra en mayor.

    18 de agosto de 2014

    Alonso Mudarra - Sonetos




    Alonso Mudarra (1510-1580)


    Rosemarie Meister (Soprano)
    Jorge Fresno (Vihuela)


    SONETO I (Jorge de Montemayor)

    Poesía fúnebre a manera de diálogo, inspirada en la muerte de la Princesa Doña María de Portugal, hija de Juan III y Doña Catalina y casada con Felipe II en 1543. Falleció en 1545 después de haber dado a luz al príncipe Carlos.


    ¿Qué llantos son aquéstos?
    ¿Qué fatiga es ésta?
    ¿Que tristeza es la que veo?
    -Murió nuestra princesa, la qual,
    creo que fué más de virtud, que nadie, amiga.
    Como en los mesmos dioses, la enemiga
    del hombre, así esecuta su deseo.
    -Sí que la muerte puede, según beo,
    hazer que lo mortal el alma siga.
    -Pues ¿qué es de su poder y su grandeza?
    Agora todo le es sin fruto y vano;
    Desamparóle todo al paso fuerte.
    ¡O, miserable y frágil ser humano!
    ¡O, quán poca zeniza en tal tristeza
    la llama y resplandor claro, convierte!



    SONETO II (Anónimo) min.: 2:48

    Si por amar, el hombre, ser amado
    merece, y por querer bien, ser querido,
    no sé yo por qué soy aborrecido,
    mas sé que siempre duro en este estado.
    Si un corazón senzillo y no doblado
    merece un amor cierto y no fingido,
    ¡quán desdichado devo de aver sido,
    pues lo que se me deve aun no me an dado.
    Y si por servir siempre a porfía
    se alcança galardón destos oficios
    sin que más me repliques ni me alegues,
    ámame, pues te adoro, y no me niegues
    el galardón devido a mis servicios.



    SONETO III (Garcilaso) min.: 5:11

    Por ásperos caminos soy llevado
    a parte, que de miedo no me muevo;
    y si a mudarme a dar un paso pruevo,
    allí por los cabellos soy tornado.
    Mas tal estoy, que con la muerte al lado,
    busco de mi vivir consejo nuevo;
    conozco el mejor y el peor apruevo
    o por costumbre mala o por mi hado.
    De la otra parte, el breve tiempo mío
    y el herrado proceso de mis años,
    mi inclinación con quien ya no porfío;
    la ciertamente fin de tantos daños
    que hazen descuidar de mi remedio.



    SONETO IV (Petrarca) min.: 7:16

    La vita fugge, et non se arresta un hora;
    Et la morte vien dietro a gran giornate
    et le cose presente et le passate
    mi danno guerra et le future ancchora.

    El rimembrar, et la aspetar m'acchora;
    Hor quinci hor quindi si che'n veritate,
    se non chi ho di me stesso pietate,
    I sarei già di questi pensier fora.
    Tornami avanti se alcun dolce mai
    hebbe'l cor tristo, et poi dal'altra parte
    veggio al mio navigar turbati i venti:
    veggio fortuna in porto et stancho homai
    il mio nocchier, e rotte arbore et sarte
    e i lumi bei, che mirar scioglio, spenti.


    -"La vida huye sin frenar una hora
    y la muerte viene tras grandes jornadas
    y las cosas presentes y las pasadas,
    me son hostiles, y aún todo lo futuro.
    Y el recordar, y el esperar me afligen
    ahora aquí, ahora allí, tal que en verdad
    si no tuviera de mí mismo piedad,
    estaría ya de estos pensamientos alejado.
    Vuelvo a evocar, alguna alegría que hubiera
    tenido tal vez el corazón infausto, y más adelante
    preveo en mi navegación los vientos agitados.
    Veo a Fortuna en puerto, y con fatiga
    mi timonel, y rotos el mástil y las velas,
    y los bellos ojos, que mirar suelo, apagados".



    SONETO V (Anónimo) min.: 11:15

    Lassato a il Tago su dorate arene;
    Ne piu qual pria vol andar lucente;
    Poscia privato si a de la excelente
    Alma per che l'orbe tutto geme.

    "Dejado a la arena dorada del Tajo;
    No quiere andar más lúcido;
    Pues se le ha privado de la excelente
    Alma por la que todo el orbe gime."




    SONETO VI (Iacopo Sannazaro, l'Arcadia) min.: 13:34

    O gelosia d'amanti horribil freno,
    che in un punto mi tiri et tien si forte;
    O sorella di l'empia et cruda norte,
    che con tua vista turbi il ciel sereno;

    O serpenti nascosto in dolce seno
    che con tue voglie mie speranze hai morte;
    Tra felice successi adversa sorte;
    Tra soavi vivande aspro beneno.

    Di qual boca infernal nel mondo uscisti,
    O crudel mostro, O peste dei mortali.
    per far gli giorni miei si oscuri et tristi?

    Tornate in giù, non aumentar miei mali:
    infelice paura ad qui venisti?
    Hor non bastaba amor con gli suoi strali?


    -"Oh celos, de los amantes terrible freno,
    Que en un punto me tenéis y tiráis fuerte,
    Oh hermana de la impía y cruel muerte,
    Que con tu vista tornas el cielo sereno.

    Oh serpiente nacida en dulce seno,
    Que con tu querer mi esperanza encuentra muerte;
    Tras felices sucesos adversa suerte,
    Tras suaves manjares recio veneno.

    ¿Desde qué boca infernal a este mundo llegaste,
    Oh cruel monstruo, oh peste de los mortales,
    Para hacer mis días más oscuros y tristes?
    ¡Vuelve sobre tus pasos!, no aumentes mis males,
    Desdichado miedo, ¿a qué viniste?,
    ¿Es que no bastaba el amor con sus flechas?".



    SONETO VII (Iacopo Sannazaro, l'Arcadia) min.: 16:57

    Itene all'ombra degli ameni faggi,
    pasciute pecorelle, omai che'l sole
    sul mezzo giorno indrizza i caldi raggi.

    "A la agradable sombra de las hayas,
    ovejas pastan, ahora que el sol
    sobre el mediodía lanza sus cálidos rayos."


    Alonso Mudarra (c.1510 - 1 de abril de 1580), compositor y vihuelista español del Renacimiento. 
    Hizo innovaciones tanto en música instrumental como vocal y forma parte junto con Luys de Milán, Enríquez de Valderrábano, Esteban Daza, Diego Pisador, Miguel de Fuenllana y Luis de Narváez del grupo de los siete vihuelistas españoles del siglo XVI cuya obra ha llegado hasta nosotros.
    No se conoce con seguridad el lugar de su nacimiento, pero se sabe que pasó su juventud en Guadalajara, en casa de los Duques del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza e Iñigo López, a cuyo servicio estuvo durante muchos años. Fue en ésta ciudad donde seguramente recibió educación musical.
    Probablemente fue a Italia en 1529 con Carlos I de España, junto con el cuarto duque del Infantado Iñigo López.
    A su regreso a España, se ordenó sacerdote en 1546 en la catedral de Sevilla, donde permaneció el resto de su vida. Mientras estuvo en la catedral, dirigió todas las actividades musicales que allí se realizaban, actividades de las cuales nos han quedado bastantes documentos, como la compra y ensamblaje de un nuevo órgano y su trabajo junto al compositor Francisco Guerrero en varios eventos.
    Murió en Sevilla, y de acuerdo con su voluntad, su considerable fortuna fue repartida entre los pobres de la ciudad.

    El 7 de diciembre de 1546 publicó en Sevilla el libro Tres libros de música en cifra para vihuela con piezas propias y transcripciones para vihuela y vihuela y voz de otros compositores renacentistas como Josquin Des Pres, Nicolas Gombert, Adrian Willaert, Antoine de Févin y Pedro Escobar.
    Consta de 44 piezas para vihuela sola, 26 para vihuela y voz, 6 piezas para guitarra solista y una pieza para guitarra u órgano. Entre éstas composiciones hay fantasías, variaciones, tientos, pavanas, gallardas y canciones. Las canciones están escritas en latín, español e italiano e incluyen romances, villancicos y sonetos.
    Entre las innovaciones que introdujo, destaca el uso de diferentes símbolos para indicar el tempo: lento, medio y rápido.
    Los textos de las canciones incluyen poemas de autores españoles como Jorge Manrique (Recuerde el alma dormida), Juan Boscán (Claros y frescos ríos), Garcilaso de la Vega y otros autores anónimos (Si por amar, el hombre ser amado; Isabel, perdiste la tu faxa; ¿Qué llantos son aquestos?, etc.); italianos como Francesco Petrarca (La vita fugge) y Jacopo Sannazaro (O gelosia d'amanti) y latinos como Ovidio (Hanc tua Penelope), Horacio (Beatus ille), y Virgilio (Dulces exuviae). Entre los romances más famosos podemos citar: Triste estaba el Rey David y Durmiendo yba el Señor, los dos de autores anónimos.

    La influencia italiana en la música de Mudarra es evidente en sus canciones, que recuerdan a los primeros madrigales. Estas canciones, junto a los sonetos en italiano (colecciones de sonetos de Petrarca y Sannazaro), vuelven a revivir el interés por lo italiano que había sido ya reflejado por Milán, quien también utilizó textos de esa literatura con acompañamiento de vihuela. En Mudarra encontramos ejemplos de todos los tipos de música escrita para vihuela, e incluso la única Gallarda publicada para este instrumento. En su Fantasía que contrahaze la arpa en la manera de Ludovico encontramos el primer ejemplo impreso de uso del tetracordo frigio descendente, además de un empleo muy audaz del cromatismo.

    17 de agosto de 2014

    Gonzalo Martínez de Bizcargui




    Gonzalo Martinez de Bizcargui (1463 - 1528) teórico, tratadista y compositor.
    Nacido probablemente en Azkoitia (Guipuzcoa) hacia 1460 en el seno de una familia noble. Según se deduce del testamento, murió en Azkoitia en 1528 ó 1529.
    Apenas se conocen datos concretos sobre su vida y no está claro si recibió su formación en Salamanca, Pamplona o Toledo. Fue Capellán de la Iglesia de la Visitación de Burgos hasta al menos 1519.
    Los dos libros de teoría musical que escribió Gonzalo, muestran un destacado interés por la música práctica: Arte de canto llano y contrapunto y canto de organo con proportiones y modos brevemente compuesta: y nuevamente añadida y glosado por Gonçalo Martinez de Bizcargui. Endereçada al muy ilustre y R. señor don Juan Rodriguez de Fonseca, arçobispo de Rosano y obispo de Burgos mi señor (Zaragoza, 1508).



    Y las Intonationes segun uso de los modernos que hoy cantan et intonam en la yglesia romana (Burgos, 1515). En ellas defiende la supremacía del oído sobre el juicio especulativo y su capacidad de percibir sonidos inferiores al semitono, así como el uso del pentagrama y las reglas nemotécnicas con un fin didáctico, mostrando una postura moderna y progresista que provocó la polémica con otros teóricos del momento como Juan de Espinosa (ESPINOSA, Juan de. Tratado breve de principios de canto llano (1521c) y Mosén Francisco Tovar.



     
    Su obra teórica ha sido ampliamente estudiada como testimonio de las controversias sobre la partición del semitono, lo que ha ocultado otras importantes aportaciones de su pensamiento musical.
    De su obra como compositor sólo se conoce la obra Salve Regina a 4 voces que se conserva en la Catedral de Burgos y que aquí podemos escuchar en versión de la Capilla Peñaflorida dirigida por Josep Capré:

    6 de enero de 2014

    El cavallo del marqués / Al villano, ¿qué le dan?





    Luis de Briçeño (fl.1610 - 1630)
    El cavallo del marqués / Al villano, ¿qué le dan? (Villano)
    Método mui facilissimo para aprender a tañer la guitarra a lo Español, (París, 1626)

    Le Poème Harmonique
    - Claire Lefilliâtre (soprano)
    - Isabelle Druet (mezzosoprano)
    Director: Vincent Dumestre.

    TEXTO:

    El cavallo del marqués,
    coxo, manco y rabón es.

    Es coxo, manco y rabudo,
    y en el espinazo un nudo;
    dicen que su amo es cornudo,
    conmigo lo probaréis.

    Dicen comerá en un día,
    cuanto se muele un molino,
    y, metido en un camino,
    a palos le llevaréis.


    *******


    - Al villano, ¿qué le dan?
    - La çebolla con el pan.

    Al villano testa rrudo
    danle pan y açote crudo.
    No le daban otra cosa
    sino la mujer hermosa,
    pero pobre y virtuosa
    para vivir con afán.

    - Al villano, ¿qué le dan?
    - La çebolla con el pan.

    El villano, si es villano,
    danle el pie, toma la mano;
    vive contento y ufano
    quando a visitarle van.

    - Al villano, ¿qué le dan?
    - La çebolla con el pan.



    El Villano es una canción-danza de los siglos XVI y XVII, de la que existen múltiples versiones, y que fue adoptada por los medios aristocráticos y urbanos a partir de 1600. En el "Diccionario de Autoridades" se da la siguiente definición: tañido de la danza española, llamado así, porque sus movimientos son a semejanza de los bailes de los aldeanos".
    Juan de Esquivel Navarro en su obra Discursos sobre el arte del dançado (Sevilla, 1642) dice unas palabras significativas sobre el villano: ...dando a cada segundo passo, y salto para el tercero apastoradamente; de manera que se reconozca que se recuerdan las Mudanças de las Aldeas. En esta última frase, Esquivel expone que en los mencionados pasos se ha de tener un estilo un poco más popular para que se perciba claramente su origen aldeano, por lo cual se deduce la existencia del Villano primero como baile popular y posteriormente, como danza noble, viéndose ésta influenciada por el baile primigenio del cual mantiene algunos rasgos.
    Con anterioridad a Esquivel, Cervantes lo nombra en El rufián viudo (escrito entre 1612-1614?), considerándolo como baile: Vaya el villano a lo burdo, / con la cebolla y el pan, / y acompáñenme los tres. Rodrigo Caro dice: danzar haciendo castañetas, zapatetas y cabriolas como en el Villano. Navarrete y Ribera lo menciona en su entremés La escuela de danzar (1640) y Lope de Vega en La villana de Jetafe (1620). En El Figonero (1661), de J. Bautista Diamante, es nombrado el Villano al enumerar una serie de bailes populares y danzas nobles: Villano, Caballero, Rastro, Chacona, Canario, Guineo, Pasacalle, Corriente, situándolo en este caso como baile popular, pues el personaje, Toribio, dice que no baila el Villano y sí el Caballero, cuando anteriormente, el Figonero les había dicho a todos que escogieran el baile que le fuera más a cada uno, es decir, según su condición.

    En cuanto al texto del villano, que aparece recogido en obras de teatro de la época (Cervantes, Lope de Vega, Calderón) y en otras muchas fuentes, el rasgo común a casi todas las versiones es la permanencia y repetición del estribillo: Al villano se lo[a] dan, la cebolla con el pan.

    Luis de Briçeño fué un guitarrista y compositor español del Barroco, activo en Francia en el primer tercio del siglo XVII. Es muy poca la información existente sobre su vida. Estaba en París alrededor de 1614, cuando contribuyó con un soneto introductorio a Vida y muerte de los cortesanos de Moulère en alabanza de la vida rústica. Sus dos hijos, con su esposa Ana Gaultier, fueron bautizados allí en febrero de 1627 en Saint Sulpice.

    Es autor del Metodo mui facilissimo para aprender a tañer la guitarra a lo Español (París, 1626) que está dedicado a Madame de Chales, que probablemente era Denise Naturel, nieta del consejero de Luis XIII, Jean Godon. La redacción del título sugiere que estaba pensado para introducir en Francia la manera española de tocar la guitarra de cinco cuerdas en el estilo de cuerdas rasgueadas.

    En su método incluye bailes y danzas españolas como seguidillas, chaconas, zarabandas, pasacalles, villanos, gallardas, folías de ocho maneras ... También incluye romances.

    Fuente: Belarmo

    11 de noviembre de 2013

    Pavana - Gallarda



    Luis de Milán (antes de 1500 - después de 1561), también conocido como Lluís del Milà, Lluís Milà, Luys Milán, Luis Milán o Luys de Milán, fue un compositor y vihuelista español del Renacimiento. Es conocido por ser el primer compositor que publicó música para vihuela y uno de los primeros en dar instrucciones para marcar el tempo en la música. Probablemente nació, murió y vivió la mayor parte de su vida en Valencia, aunque no contamos con noticias fidedignas de ello. Su familia era de origen aristocrático. Sus padres fueron Luys de Milán y Violante Eixarch.
    Viajó a Portugal, donde estuvo en la corte de Juan III, a quién dedicó su libro El Maestro. Hay indicios de que también viajó a Italia. Sin embargo, el centro musical que acaparó las actividades musicales de Milán fue Valencia, principalmente en la corte virreinal de Fernando de Aragón, Duque de Calabria y Germana de Foix, donde estuvo hasta 1538.
    Milán publicó tres obras a lo largo de su vida, todas ellas en Valencia. De ellas sólo la segunda contiene música:

    El Cortesano, en 1561. Inspirado en la obra del mismo nombre de Baltasar de Castiglione. Aporta detalles valiosos sobre la vida cotidiana en la corte de Valencia y sobre la propia práctica musical de Milán.

    El Maestro es un libro de música para vihuela publicado en Valencia, en 1536. Su nombre completo es Libro de Música de Vihuela de Mano Intitulado El Maestro. A diferencia de otros libros para vihuela publicados en la misma época, no contiene adaptaciones de obras vocales polifónicas. Todas las piezas son, por tanto, originales de Milán. Su perfección, tanto en su ordenación didáctica como en su contenido estético, nos lleva a suponer una larga y madurada tradición en la composición vihuelística de la cual, desgraciadamente, no quedan sino nombres celebrados en su época.
    Está dividido en dos libros y contiene fantasías, pavanas, tientos, villancicos, romances y sonetos. La mayor parte del libro de Milán son fantasías contrapuntísticas que demuestran un estilo instrumental muy maduro y cercano a la improvisación, empleando técnicas imitativas relativamente crudas. El estilo contrapuntístico es típico de todos los libros dedicados a la vihuela. También se incluyen canciones españolas, italianas y portuguesas, además de tientos y pavanas. En algunos aspectos, es este el libro más original de todos los vihuelistas. Luys de Milán fue uno de los primeros músicos que incluyó en sus tablaturas indicaciones para el tempo, y quizá el primero en dar una definición del rubato.
    A este libro pertenece esta Pavana-Gallarda interpretada por Capella Reial de Catalunya dirigida por Jordi Savall.


    16 de octubre de 2013

    Maestro Capitán

     
    Mateo Romero, más conocido como Maestro Capitán fue un compositor español de origen belga que cultivó la música renacentista y la música barroca. Ocupó el cargo de maestro de capilla de la Capilla Real. Fue el compositor más prestigioso de la corte de Madrid durante la primera mitad del siglo XVII.

    Mateo Romero nació hacia 1575 como Mathieu Rosmarin en Lieja (Bélgica). Sus padres, Jean Romarin y Pascale Loart, murieron de forma temprana. Por ello, como otros muchos niños de la Holanda hispana, fue llevado en 1585 a Madrid para servir como chico del coro en la corte. Entre 1586 y 1593 su tutela y educación en España corrió a cargo de sus compatriotas George de la Hèle y Philippe Rogier. Ya en esta etapa debió demostrar el talento sobresaliente entre sus compañeros que le valiera el curioso apodo de Maestro Capitán o Capitán. Su apellido fue castellanizado en 1594. 
    En 1598 consigue el puesto de maestro de capilla en la corte de Felipe III de España.
    Felipe IV, a quien le enseñó composición y viola da gamba, le ratificó como maestro en 1621 y se mantuvo en este puesto hasta 1634, año en que se jubiló, siendo sustituido por Carlos Patiño.
    Fue nombrado escribano de la Orden del Toisón de Oro en 1621 y Capellán de los Reyes Nuevos de Toledo en 1624 (previa concesión de la naturaleza castellana en 1623), nombramientos que tenían a menudo un carácter honorario y el único fin de incrementar los ingresos y el prestigio social del beneficiario. Además, su ordenación como sacerdote en 1605 le había permitido obtener pensiones con fondos de diversas diócesis como Pamplona, Jaén, Santiago de Compostela,  las Canarias y Toledo. Lo que le permitió acumular un capital considerable. Por estas y otras razones, Romero ha sido considerado por diversos autores como un sujeto materialista y ávido de fortuna, que manejó su carrera política y musical valiéndose de un carácter autoritario. 
    Uno de los aspectos interesantes de su biografía es el estrecho contacto que mantuvo con el duque Juan de Braganza, uno de los más notables melómanos de la época, quien tenía en su biblioteca musical varias obras de Romero que hacía ejecutar con frecuencia. Y quien, en 1638, invitó al compositor a visitar su corte en Portugal durante varios meses, hecho que a fines del siglo XIX, despertaría las sospechas del compositor e investigador Francisco Barbieri de que Romero hubiese sido enviado allí por el propio Felipe IV como espía, para sondear las posibles intenciones del duque de independizarse de España. De haber sido así, sus gestiones habrían sido infructuosas, pues es bien sabido que el duque iba a encabezar la rebelión de 1640 y a asumir el trono de Portugal con el nombre de Juan IV.
    La figura de Mateo Romero, el Maestro Capitán ha llamado la atención de numerosos investigadores (desde Pedrell y Mitjana hasta Becquart y Querol), pero son los recientes trabajos de Judith Etzion los que con más vehemencia y argumentos ponen de manifiesto la relevancia de este autor en el desarrollo de la música española del siglo XVII. .
    Romero fue uno de los músicos más apreciados de su época. Quizás el texto más laudatorio se deba al cantor de la Capilla Real, genealogista e historiador Lázaro Díaz del Valle.
    Su carrera musical se sitúa en el umbral entre el Renacimiento y el Barroco. Aunque estuvo fuera de la escuela polifónica Franco-Flamenca, jugó un papel importante en la introducción en España del 'stilo moderno' de la música italiana.
    Mateo Romero muere el 10 de mayo de 1647 y fue enterrado en la iglesia de los Premonstratenses de Madrid, siguiendo sus disposiciones testamentarias. Un año después el rey Juan IV de Portugal quiso recuperar su legado mediante su embajador en Madrid, pero habría de esperar a 1652 para recibir algunas de sus obras y un tratado teórico, hoy perdido.


    Su Obra

    La mayor parte de su trabajo, que estaba localizado en el Real Alcázar de Madrid, incendiado en la Nochebuena de 1734, y en la Biblioteca Real de Lisboa, fue destruido durante el terremoto de Lisboa de 1755.
    Mateo Romero compuso tanto música en castellano (villancicos y tonos de guitarra), como obras sacras en latín (misas, salmos y otros). Él mismo acompañaba a la guitarra sus numerosos villancicos y tonos cuando eran interpretados, respectivamente, en la capilla de palacio o la cámara del rey.
    No en vano, es el compositor más representado en el famoso Cancionero de Sablonara, una recopilación de los mejores tonos que se cantaban en la corte madrileña hacia 1625. Estas obras en lengua vernácula tienen dos secciones con características diferenciadas: el estribillo presenta una menor cantidad de texto y una mayor elaboración musical, con abundantes imitaciones y momentos descriptivos; en la copla, en cambio, se emplea el diálogo responsorial entre bloques sonoros o la textura homofónica, reservándose la imitación para los versos finales, cuando la narración ya ha sido comprendida. Algunos de sus tonos muestran además un uso abundante de sostenidos y bemoles, que en algunos casos dan la sensación de verdaderas modulaciones.
    Juan De Tassis conde de Villamediana, estrenó en el Palacio de Aranjuez, una comedia con música de Mateo Romero, maestro de la capilla Real, titulada La gloria de Niquea. Esta obra, de trasfondo mitológico "Villamediana recalca la llegada de Felipe IV como un nuevo Apolo que traerá la Edad de Oro" al modo de los intermedii florentinos como la Pellegrina de 1589 en honor de los Medici, allanaría el camino para al aparición en la última década de los veinte de la considerada la primera ópera española: La selva sin amor de Lope de Vega.
    Cura que en la vecindad es una letrilla satírica anticlerical de Góngora en relación a la incontinencia del clero sobre la cual Mateo Romero decidió añadirle música. Se relaciona este poema con referencia a Lope de Vega, aunque cronológicamente la letra es de 1602 y Lope de Vega no se ordenó de sacerdote hasta 1614. Cuando Góngora se mudó a Madrid para ejercer el cargo de capellán de su majestad, se fue a vivir a la calle del Santo Niño Jesús, cercana a la casa de Lope de Vega, en la calle de Francos. Lope llevaba años ordenado sacerdote pero su vida amorosa transcurría sin recato entre los brazos de las grandes actrices de la época y los de su última musa, Marta de Nevares, la dulce Amarilis. Eso dio pie a que Gongora escribiera con referencia a Lope de Vega empleando este poema. Varios autores han hecho versiones de esta letrilla, como Francisco López de Zárate, Tirso de Molina, etc.




    Cura que en la Vecindad
    Intérpretes: Camerata Iberia

    En cuanto a sus obras sacras en latín, su estilo puede ser descrito, según Judith Etzion, como una reinterpretación barroca de la música renacentista. Se trata, pues, de obras que a primera vista se ajustan al formato del siglo XVI, pero muestran una permanente representación de los afectos del texto y un uso más atrevido de la disonancia. Dentro de este grupo, sus piezas policorales aparecen como las más cercanas a un estilo Barroco en un sentido arquetípico, por su preponderancia de la textura en acordes, el tratamiento aún más libre de la disonancia y la presencia de un bajo instrumental. Es quizás en estas obras policorales donde Romero se muestra en todo su esplendor.




    Mateo Romero
    Choeur de Chambre de Namur
    La Fenice
    Jean Tubéry

    I. Magnificat a 8, primo tono
    Missa Bonæ Voluntatis, para 3 coros y bajo continuo:
    II. Kyrie
    III. Gloria
    IV. Credo
    V. Sanctus
    VI. Agnus Dei
    VII. Laudate Dominum omnes gentes a 12 (in loco Deo Gratias)


    Sus composiciones conservadas son las siguientes

    Misas:
    Magnificats, psalmos y motetes:
    • 3 Magnificat
    • 3 Dixit Dominus
    • Domine, quando veneris
    • Libera me, Domine
    • Convertere Domine
    • Domine, ne in furore tuo
    Trabajos seculares:
    • 9 villancicos
    • 3 canciones a 3 voces
    • 5 letrillas a 3 voces
    • 2 novenas a 2 voces
    • 2 folías
    • 15 romances a 3 voces sobre textos de Lope de Vega, Francisco de Quevedo y otros.
    • 1 seguidilla
    • 11 canciones (conservada solo la voz soprano) del Cancionero de Onteniente, 1645.