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26 de enero de 2014

Hanaq pachap kusikuynin





Obra extraída del álbum: Corpus Christi à Cusco
Interpreta: Ensemble Elyma, Schola Cantorum Cantate Domino
Dirige: Gabriel Garrido

Hanac pachap kusikuynin es a la vez un himno cristiano de adoración a la Virgen María identificándola con las Pléyades y otros objetos de adoración por los indígenas de los Andes. Está escrito en lengua Quechua para 4 voces en versos Sáficos –un total de 20– para ser cantados en Procesión. La melodía se basa en la canción folklórica española ¿Con qué la lavaré?
Fue la primera y más antigua obra polifónica en imprimirse en América (Perú 1631), la cual aparece en la parte final del manual para Sacerdotes escrito en Quechua y español, titulado Ritual formulario, e institucion de curas, para administrar a los naturales de este reyno, los santos sacramentos del baptismo, confirmacion, eucaristia, y viatico, penitencia, extremauncion, y matrimonio, con aduertencias muy necessarias de Juan Pérez de Bocanegra.
La autoría de Hanac Pachap podría corresponder a un autor indio anónimo, pero en el libro, Bocanegra se atribuye la autoría de la música y la letra. Su mérito, en todo caso, es el registro y rescate para la posteridad de esta joya musical. Juan Pérez recomendó cantar este himno a la Virgen, mientras los fieles entraban a la Iglesia. 

Aunque no se conoce mucho de su biografía, de Pérez de Bocanegra (?1598 – fl. 1631), se sabe que fue uno de los más importantes clérigos que conocieron el idioma quechua y la vida rural de esta parte del Virreinato del Perú. 
Entre otras actividades desempeñadas a lo largo de su vida, fue maestro de Latín en la Universidad de San Marcos de Lima, luego pasó a vivir al Cusco, siendo cantor de la Catedral de esta ciudad, donde fue  examinador de la Diócesis, para los idiomas nativos Quechua y Aymara. Llegó a ser Canónigo Magistral en dicha catedral, a cargo de la Doctrina; además fue administrador de los inmensos bienes del marquesado de Oropesa de Santiago y finalmente pasó a ser párroco del poblado de Andahuaylillas, frente al monte Qoriorqo (monte del oro).
Como párroco de Andahuaylillas, en Quispicanchi, al sur de Cusco (Cuzco), Perú; agrandó y embelleció la iglesia de tal manera que recibe hoy, merecidamente, el calificativo de Capilla Sixtina de los Andes.
Para ella mandó construir dos órganos que aún se conservan como los más antiguos de Latinoamérica (ca. 1610), y allí debió estrenarse este himno cargado de misterio, por su sabiduría y contenido.
A él se deben los programas evangelizadores que se pintaron en los muros del templo de Andahuaylillas, y la decoración del mismo. Fue quien comprometió al pintor Luis de Riaño a trabajar los murales y algunos de los lienzos que admiramos hoy en el templo.
Bocanegra dominó el idioma quechua en tal grado, que pudo escribir la primera gramática fonética hispano-quechua, y la obra Ritual formulario e Institución de curas (1631) en la que se incluye el Hanac Pachap Cussicuinin.
Puedes encontrar más información sobre esta composición, así como la partitura en Otras Cosas.

Normalmente sólo se cantan las dos primeras estrofas de este himno, el cual está compuesto por un total de 20:

LETRA:

I
Hanaq pachap kusikuynin
Waranqakta much'asqayki
Yupayruru puquq mallki
Runakunap suyakuynin
Kallpannaqpa q'imikuynin
Waqyasqayta.

II
Uyariway much'asqayta
Diospa rampan Diospa maman
Yuraq tuqtu hamanq'ayman
Yupasqalla, qullpasqayta
Wawaykiman suyusqayta
Rikuchillay.


III
Chipchiykachaq qatachillay
Punchaw pušaq qiyantupa
Qam waqyaqpaq, mana upa
Qisaykikta hamuy ñillay
Phiñašqayta qišpichillay
Šušurwana.

IV
Ñuqahina pim wanana
Mitanmanta sananmanta
Tiqsi machup churinmanta
Llapa yalliq millaymana
Muchapuway yašuywana
Wawaykikta.

V
Wiqikta rikuy pinkikta
Sukhay sukhay waqachkaqman
Šunqu qhiwi phutichkaqman
Kutirichiy ñawiykikta
Rikuchiway uyaykikta
Dyuspa maman.

VI
Hanaq pachap qalla šanan
Kanchaq punchaw tutayachiq
Killa paqša rawrayachiq
Anqelkunap quchukunan
Hinantinpa rirpukunan
Kawsaq pukyu.

VII
Qhapaqmanta miraq šuyu
Qhapaqkunap Qhapaqninpa
Ñawpamanta wachaqninpa
Gracia šuquq, aklla phuyu
Qampim šuyan tiqsi muyu
Dyus kušichiq.

VIII
Quri wantu Dyus purichiq
Huk šimiwan huñišpalla
Dyus churikta chaypachalla
Wiksaykipi runakachiq
Ukhuykipi kamakachaq
Runap marqan.

IX
Wayna wallpap kušip marqan
Pukarampa qišpi punkun
Awašqaykim, yupay unkun
Qamtam allwiqpaq akllarqan
Kikiykipitaq munarqan
Runa kayta.

X
Ušachipuway kawsayta
Purum tasqi hupaykuyway
Dyus sisaq inkill wiwa
Maymantañach, Aquyayta
Ušachiyman, qam mamayta
Qatachillay.

XI
Kanchaq rawraq, suma killa
Chiqan punchawpa siqaynin
Hinantinpa šuyakuynin
Qam millaqpaq chuqi illa
Mana yawyaq pampa killa
Dyuspa llaqtan.

XII
Qamman Quya pillam paqtan
Tukuy šantokunamanta
Llapa Angelkunamanta
Supaypa umanta waqtan
Allpawan tupukta taqtan
Šutillayki.

XIII
Ñukñu ruruq chunta mallki
Runakunap munay kallcha
Pukay-pukay sumaq phallcha
Šutarpu tukuchiq khallki
Titu wachiq nawillayki
Qišpi wampu.

XIV
Qammi kanki Qhapaq tampu
May-may kamapaš uyaylla
Qatiqiykipaq munaylla
Hatun šunqupaš hayrampu
Kumuykuqkunapaq llampu
Wakchay khuya.

XV
Wichqaykušqa kuši muya
Qhapaq yayap khaynakuna
Yupay tika, akllakuna
Jesus puriqchiq uruya
Pillqu chantaq kanchaq khuya
Šuyakunqay.

XVI
Sapallaykin qimikunqay
Kanki mama, kay pachapi
Ña wañuptiy huq pachapi
Kušikuyman thatkikunqay
Quchukayman yaykuykunqay
Qhapaq punku.

XVII
Animayta uturunku
Qallu llullmiywan llullašpa
Pallqu kawsayman pupašpa
Muyupuwan chunku-chunku.
Chayñan maywaq intuykunku
Wantunqanpaq.

XVIII
Hucha supay ayqinqanpaq.
Yanapaway kallpaykiwan
Hinašpari wawaykiwan
Kay wakchaykip kaynanqanpaq
Mana tukuq kawsanqanpaq
Atawchaway.

XIX
Quri qullqa, qullqi chaway
Tita yachaq, waqaychaqa
Qhapaq mikuy aymuranqa
Muchunqayta amachaway
Allin kaypi samachiway
Qišpinqaypaq.

XX
Gloria kachun Dyus yayapaq
Dyus churipaq hinallataq
Santo Espiritu paqwantaq
Kachun gloriya, wiñayllapaq
Kawsaykunap, kawsayninpaq
Kuši kachun, Amen.

XXI
Manaraq pacha tiqsišqa kaptin Sapay Quya,
Dyusninchikmi, kikinpaq akllašurqanki.

Fuentes:
MusicaAntigua
Enrique Guerrero
Juan Pérez de Bocanegra, su Ritual Formulario...

27 de diciembre de 2012

Negrito de Cucurumbé



Negrito de Cucurumbé, Gaspar Fernandes (1566-1629)
Villancico 


Texto:

Ay, negrito de cucurumbé
y si caina la sá mia fe
qui vai buscan a me
y si cansarte
ma sí que cansame,
que preso hartame
de si pan qui dame
qui tras pañoli
de Santo Tomé.

Curumbé, curumbé, curumbé...


Si día piensas
si día bebes
mientes sangre de Dios es
que por eso tanto puedes
que vuelves hombre al revés
cuando comas como debes.

Curumbé, curumbé, curumbé...


Gaspar Fernandes (1566-1629) fue un organista, maestro de capilla y compositor portugués activo en las catedrales de Guatemala y Puebla.

La mayoría de los investigadores han llegado a aceptar que el Gaspar Fernandes, que aparece en 1590 como cantor en la catedral de Évora en Portugal, es el mismo Gaspar Fernandes que fue nombrado organista de la catedral de Guatemala el 16 de julio de 1599. Sus atribuciones aquí eran las de acompañar al coro en la misa y el oficio divino, y mantener afinados los órganos. Pero sin duda la acción de más trascendencia para la posteridad fue el hecho de que en 1602 Gaspar Fernandes compiló algunos de los libros de coro polifónico que han llegado hasta nuestros días, reflejando así el uso de la música polifónica en la liturgia católica de la catedral. 
En 1603 el amigo de Fernandes, Pedro Bermúdez, dejó la catedral de Santiago de Guatemala para aceptar la invitación del cabildo eclesiástico de Puebla de los Ángeles de desempeñarse como su maestro de capilla. Gaspar Fernandes se convirtió en sucesor de Bermúdez en Guatemala, siendo el primero en desempeñarse como maestro y organista al mismo tiempo. Sin embargo, al morir Bermúdez en 1605, el cabildo poblano logró interesar a Fernandes, quien dejó Guatemala y nuevamente asumió la sucesión de aquel. Aquí permaneció por el resto de su vida, falleciendo en 1629. Los sucedió en el puesto de maestro de capilla el malagueño Juan Gutiérrez de Padilla.

Durante la compilación de los libros de canto de órgano en Guatemala, Fernandes compuso un Magníficat del quinto tono que hacía falta para completar los de los otros siete tonos o modos eclesiásticos. Además, proveyó los ocho Benedicamus Domino que faltaban, uno para cada uno de los tonos. También compuso unos fabordones sin texto, y un himno de vísperas para la fiesta de los Ángeles Guardianes. Su producción en Puebla difiere radicalmente de la de Guatemala, ya que en esta nueva etapa se enfocó exclusivamente en la composición de villancicos vernáculos para maitines, en idiomas vernáculos. En el Archivo Musical de la Catedral de Oaxaca se encontró la colección íntegra del Cancionero Musical de Gaspar Fernandes con más de 300 canticos religiosos populares, en su mayoría escritos en español y Náhuatl.

14 de noviembre de 2011

"Introitus" de la Missa pro Defunctis, Francisco Guerrero




"Introitus" de la Missa pro Defunctis/Requiem (1582) de Francisco Guerrero (1528-1599).
Orchestra of the Renaissance, Josep Cabré y Simón Davis (cantos greagorianos).
Dirigen: Richard Cheetham (principal), Michael Noone (invitado).


Cuando Francisco Pacheco (suegro de Velázquez) nombró al compositor más notable de su época, no dedicó ni una palabra - como habría sido de esperar - a luminarias universalmente reconocidas tales como Palestrina, Lasso, Byrd o incluso Victoria. Para él, la verdadera luz musical de la Edad de Oro española era Francisco Guerrero. Y pocos contemporáneos españoles hubieran discutido su descripción de Guerrero como sobresaliente en su tiempo, en el Arte de la Música. Para el poeta Vicente Espinel, la imaginación de Guerrero generó obras de tan duraderos méritos y significado universal que ninguna edad futura podrá producir un maestro que combine tantos dones. Hoy día, sin embargo, estamos más acostumbrados a considerar a Victoria como el coloso de la música del Renacimiento español, aunque en su día fue Guerrero quien se llevó la palma.
Francisco Guerrero era un viajero excepcionalmente experimentado, sus obras - que se interpretaban en lugares tan distantes como México, Guatemala y Lima - aún lo eran más. Sus libros de misas, motetes y villanescas (un género que Victoria evitó completamente) se publicaron en Lovaina, París, Venecia y Roma, así como en su Sevilla natal. Y las copias manuscritas de sus obras se difundieron más lejos aún. Como puerto principal de España, la rica Sevilla era destino diario de los galeones que llegaban del Nuevo Mundo cargados de oro y plata gracias a su monopolio del comercio en el Nuevo Mundo. Su catedral - una de las más grandes del mundo - era lugar de espléndidas ceremonias: seculares, sagradas, cívicas y populares.
Guerrero encabezó la empresa musical de la catedral, lujosamente dotada, desde 1554 hasta su muerte, en 1599. Francisco Guerrero había nacido en Sevilla, y se integró en el coro de la catedral en 1542. Cuando tenía 17 años le ofrecieron el puesto de maestro de capilla en la catedral de la cercana Jaén. Más tarde volvió a Sevilla, donde aceptó una prebenda como cantor y trabajó como ayudante del maestro de capilla, que estaba envejeciendo. Finalmente, en 1574, Guerrero fue nombrado para el cargo de maestro de capilla. Además de 19 misas, publicó más de 150 piezas litúrgicas y motetes.
Su Misa de Requiem se había publicado por primera vez en París en 1566 (aunque Robert Snow ha descubierto pruebas que sugieren su publicación en Roma en 1559, publicación ahora perdida). En 1582 se publicó en Roma una versión revisada del Requiem. Ésta es la versión, revisada de acuerdo con las reformas litúrgicas del Concilio de Trento (1545-1563), que cantarían en Sevilla a finales del siglo XVI. En su revisión, Guerrero omitió el obsoleto Sicut cervus, sustituyéndolo por el nuevo Absolve Domine. Añadió un nuevo arreglo del responso Libera me, el motete a seis voces Hei mihi, Domine, y dos nuevos arreglos de la Comunión, uno para cuatro voces y otro para cinco. Guerrero, siempre perfeccionista, aprovechó la reedición para hacer mejoras puntuales en la mayor parte de los movimientos de la versión anterior, que así podían utilizarse en la liturgia revisada sin más cambios. Robert Stevenson sitúa este Requiem entre las creaciones «más magníficas y dramáticas» de Guerrero.
Una de las características notables de la música de la catedral de Sevilla era la participación de ministriles que tocaban chirimías, cornettos, sacabuches y bajones. De hecho, en 1526 los canónigos de la catedral de Sevilla establecieron formalmente el primer conjunto de viento de catedral conocido en España. En 1553, los canónigos decidieron ofrecer contratos a largo plazo a los músicos de viento, y estuvieron de acuerdo en que hera cosa muy decente y conforme a la divina escritura que la dicha sancta yglesia fuese servida y con todo genero de musica onesta como son los dichos menestriles por que siendo tan ynsigne y grande templo como lo es tiene muncha necesidad de la dicha musica por su sonorosidad pues los tienen todas las yglesias catedrales despaña de muncho menos posibilidad
Imaginamos a los músicos de la catedral tocando en el Requiem de Guerrero con toda la habilidad y pericia que convirtió a Sevilla en uno de los centros musicales más ilustres de la península. 
Además de poseer una buena voz de tenor, Guerrero tocaba el arpa, la vihuela, el órgano y el corneto, y no caben muchas dudas sobre la utilización de todos estos instrumentos por parte de los músicos que tocaron en la Misa de Requiem del compositor.