D'aquel fraire flaco y cetrino
Pedro de Lagarto (Toledo, c.1465 - c.1543)
Grupo SEMA
Cancionero de Palacio (s.XIV - S. XV)
D'aquel fraire flaco y cetrino
guardaos dueñas dél, qu'es un malino.
Ni dexa moça ni casada,
beata, monja ençerrada,
que del no ha sido tentada,
y est'es su ofiçio de contino.
De vidas agenas enquisidor,
de muchos famosos disfamador,
pues dí, de zizañas predicador,
¿siguió San Françisco este camino?
Aunque le vedes flaquillo,
echó en una dueña un frairezillo
yo no quise ir á dezillo
porque fué, señores, su padrino.
Para mantillas i pañales
vendió ó empeñó las Decretales
y él malo con todos sus males,
no tiene juicio divino.
La moça que vee livianilla
no dexa'l buen fraire de seguilla,
y hasta tomalla en la losilla,
jamás no la pierde de tino.
Y tiene tan alto el pensamiento,
los cascos tan llenos de viento,
qu'el quedará sin ningun tiento,
si no le atajan el camino.
[Pues caça d'arena y palo de çiego,
bordón de rromero con braço gallego,
en fraire tan malo que de ti rreniego,
ypróquita, triste i beguino.
En fin, que ni fué ni será ni es
ninguno tan malo ni tan descortes,
y porque después de mí no os quexés,
catá qu'os declaro el camino.
Pedro de Lagarto (Toledo, ca. 1465-ca. 1543) fue chantre, maestro y compositor activo en la Catedral de Toledo
durante los últimos años del siglo XV y las primeras décadas del XVI.
Conocido en la actualidad como “Pedro de Lagarto” por imitación de los
estudios publicados por musicólogo Robert M. Stevenson, no consta tal
nominación en fuentes documentales. Durante los años en los que se
produjo el entronque dinástico de la monarquía Católica con la dinastía Habsburgo,
sus diferentes responsabilidades musicales en la catedral de Toledo le
situaron en una posición privilegiada desde la que asistir a la
influencia estilística ejercida por la conocida como Escuela de Borgoña sobre las Casas de Castilla y de Aragón.
La reducida obra de Pedro Lagarto se ha transmitido a través de los
principales cantorales musicales compilados en la Corona de Castilla
durante el reinado católico: el cancionero de la Biblioteca Colombina, el Cancionero musical de Palacio y el cancionero la catedral de Segovia.
En la actualidad no se han localizado documentos sobre su infancia ni
sobre su ingreso en la catedral de Toledo, centro al que vinculó su
vida eclesiástica y su actividad musical. Según los datos que aporta su
testamento entró a formar parte de la institución en 1475, probablemente
con una edad no inferior a seis años ni superior a trece.
La primera referencia documental a la figura de Lagarto data de 1489.
Ese año se le confía la enseñanza de canto de órgano y contrapunto a
los mozos para el servicio del coro, en sustitución del difunto Juan de Triana. Además de la intervención en las ceremonias catedralicias, preparaba en calidad de claustrero el Canto de la Sibila y la fiesta de San Nicolás,
conocida como del obispillo, según aparece referido en un libro de
memorias del propio Lagarto, aún sin identificar. En aquellos años contó
con un asistente, lo que indica la importante carga de trabajo que
conllevaban sus funciones (maestro de canto llano y de canto polifónico
de los clerizones, maestro de música de los beneficiados, organista
circunstancial y corrector de errores durante los oficios). A pesar de
ello recibía, como era costumbre, un sueldo inferior a quienes percibían
ración musical. Por este motivo, en 1495 se presentó al asiento de
cantor tenor en el coro del arzobispo.
A causa de una enfermedad, en 1507 le sucede Juan de Espinosa como
maestro claustrero y en 1509 recibe el nombramiento, probablemente
honorífico, de maestro de la música. En tal calidad, en 1512 incluyó
algunas obras suyas en un libro de polifonía de la catedral, sin que
hasta el momento se hayan precisado cuáles. Apenas cinco años después,
es designado sucesivamente capellán de la Capilla de los Reyes Viejos
(1511), tesorero (1513), capellán de San Pedro (1526) y maestro de
ceremonias (1530). En 1536 dicta testamento y en 1543 figura como
racionero difunto en el registro de cantores. A su muerte tendría unos
ochenta años de edad, y habría estado sesenta y ocho al servicio de la
catedral.
La opera omnia de Lagarto, identificada hasta la fecha, la constituyen:
- 3 villancicos: Andad, passiones, andad, Callen todas las galanas y D’aquel fraire flaco y cetrino.
- 1 romance: Quexome de ti, ventura.
Las cuatro aparecen recogidas en los principales cancioneros
musicales del periodo junto a grandes figuras castellanas y
francoflamencas, cuyas composiciones gozaron de predicamento en la corte
Católica y en las casas nobiliarias de Castilla, especialmente en la de
Alba, durante el último tercio del siglo XV.
Los músicos de la capilla borgoñona realizaron diversos viajes a la
península Ibérica como miembros de representaciones diplomáticas. Sin
embargo, no consta su contacto con las capillas musicales de Aragón y de
Castilla hasta el año 1502, cuando, a propósito de los esponsales de la
infanta Juana con Felipe I de Habsburgo,
las tres ofrecieron una misa conjunta en la catedral de Toledo. En
aquel momento Lagarto ostentaba todos los cargos relacionados con la
enseñanza musical en el templo primado por lo que se revela como un
espectador excepcional de la consolidación de aquella genuina, y
decisiva, convergencia estilística.
Fuente
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