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29 de noviembre de 2020

Hebdomada Prima Adventus Dominica


Los textos previstos por el Gradual como cantos para cada Misa, y que figuran en el Misal como versículos a leer sin música, buscan dar a cada celebración un matiz propio, que se une al del Evangelio y a los textos propios del día.

Estos cantos y textos se remontan a tradiciones que pueden datar del siglo V o VI en adelante y son el fruto de una reflexión teológica y una estética religiosa.

El papel de un canto bíblico, como son los del canto gregoriano es hacer resonar la voz de Dios mismo que, en boca de la asamblea, hace presente y actual aquello que dicen.

En el caso de la Misa del primer Domingo de Adviento, considerado el comienzo del año litúrgico con la espera de la venida del Mesías, dichos cantos revisten una riqueza muy particular.

Introitus Dominica Prima Adventus: Salmo 24, 1-4 Ad te levavi



Ad te levavi animam meam, es el íncipit del Introito gregoriano del primer Domingo de Adviento y, por tanto, el Incipit de todo el Graduale Romanum, el libro litúrgico que recoge los cantos propios de la misa.

La gran “A” inicial, primera letra del alfabeto, es signo de Cristo como Alpha de la cual tiene origen y a la que constantemente converge la larga meditación que la Iglesia dispone, mediante su canto gregoriano, a lo largo del todo el año litúrgico.

La pieza se presenta, en general, como una gran invocación. Dicho carácter se resume y destaca especialmente al principio del segundo inciso textual, allí donde con impulso y con una línea melódica llevada a la extremidad aguda de toda la pieza se subraya con decisión la invocación Deus meus, que se convierte en la nota expresiva que sella todo el canto.

Pero la lectio divina realizada por el canto gregoriano sobre este texto no cesa en el introito, sino que prosigue y se eleva hasta una dimensión contemplativa, sobre todo en el gradual Universi, después de la primera lectura.

Graduale: Salmo 24, 3. V. 4 Universi, qui te exspectant





Alleluia: Salmo 84, 8 Ostende nobis



Este Alleluia del Salmo 84, y cuya traducción sería: Muéstranos tu misericordia y danos tu salvación... Utiliza como base un espacio musical logrando dar una fuerza a la expresión que se basa en dos factores: la agilidad que asume la melodía y la fuerza musical con que revisten los acentos de las palabras.

Offertorium: Salmo 24, 1-3 Ad te, Domine, levavi

En la misma Misa, el texto del Salmo 25 se repite para el Ofertorio con una melodía diferente, restaurando el término Domine, osea: Ad te, Domine, levavi animam meam... Esta palabra que se encuentra en la Vulgata, se omite para el Introito.




Communio: Salmo 84, 13 Dominus dabit benignitatem

El versículo de la Comunión pertenece, como el Alleluia, al salmo 84 y tiene una construcción muy bella por su simplicidad. Éste dice: El Señor nos dará benignidad y nuestra tierra dará su fruto.






Fuentes:

Wikipedia: Adviento
Chantblog: The Divine Office
Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur.

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